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La inteligencia a menudo se define por el desempeño en un examen o las calificaciones en la escuela, pero la Teoría de las Inteligencias Múltiples del psicólogo Howard Gardner sugiere que ser inteligente implica mucho más que simplemente ser bueno en alguna materia. Cuando Gardner presentó por primera vez su teoría de las inteligencias múltiples, sacudió al mundo académico. Después de todo, desafió las creencias predominantes sobre la inteligencia y cómo aprendemos mejor.

Quizás haya oído hablar de esta teoría o tal vez sea la primera vez, de cualquier manera, este modelo de inteligencias múltiples podría ser la clave para desbloquear poderes ocultos de tus hijos. Sin duda alguna, la teoría de las «inteligencias múltiples» de Howard Gardner revolucionó el mundo de la educación y de la psicología en las postrimerías del siglo XX, y atrajo a innumerables educadores, padres/madres e investigadores interesados por el papel del individuo en este proceso.

Para daros una mejor idea, aquí os comparto algunas cosas para reflexionar:

¿Por qué algunos estudiantes obtienen mejores resultados en las pruebas escritas, mientras que otros prefieren las evaluaciones prácticas?

Porque hay personas que, a pesar de obtener excelentes calificaciones académicas, presentan problemas importantes para relacionarse con otras personas o para manejar otras facetas de su vida?

La respuesta es simple: Cada individuo posee diferentes inteligencias. Por ejemplo, Gardner y sus colaboradores podrían afirmar que Stephen Hawking no posee una mayor inteligencia que Leo Messi, sino que cada uno de ellos ha desarrollado un tipo de inteligencia diferente.

En este artículo profundizaremos en Gardner y su teoría. Luego exploraremos su modelo dentro de un contexto de capacitación y desarrollo. También aprenderá cómo aplicar la teoría de las inteligencias múltiples para ayudar a potenciar sus iniciativas de aprendizaje.

¿Quién es Howard Gardner?

Howard Gardner es un psicólogo estadounidense, distinguido profesor de Harvard y escritor. Ha escrito cientos de artículos y treinta libros a lo largo de su carrera. Revolucionó los enfoques tradicionales de aprendizaje y desarrollo cuando detalló su teoría de las inteligencias múltiples en su libro de 1983, «Inteligencias múltiples«.

Verás, Gardner tenía una misión. Quería reorientar la forma en que aprendemos. Específicamente, creía que los métodos de instrucción predominantes no lograban maximizar el potencial de los alumnos.

En particular, criticó las evaluaciones estandarizadas que evalúan un tipo de inteligencia a expensas de otros. Este enfoque no tiene en cuenta las fortalezas únicas de los diferentes tipos de estudiantes. Y esto es lo que lo llevó a emprender el viaje para establecer la teoría de las inteligencias múltiples.

Como tal, esto es lo que lo catapultó al estatus de «estrella de rock» en el mundo académico. Su trabajo inspiró a muchos teóricos y educadores a cuestionar cómo definimos el intelecto y cómo debemos abordar los desafíos del aprendizaje.

Ahora que conoce al hombre detrás de la teoría, echemos un vistazo más de cerca a la teoría misma.

​ ¿Qué es la teoría de las inteligencias múltiples (IM) de Gardner?

Probablemente todos estemos familiarizados con el concepto de “CI” o “cociente intelectual”. Aquel que tradicionalmente mide una única forma de inteligencia, basada en la capacidad de razonamiento de una persona. Sin embargo, este es el tipo de enfoque al que la teoría de Gardner se opone firmemente. Después de todo, este tipo de enfoque se basa principalmente en qué tan bien alguien puede usar sus habilidades verbales y lógicas para responder preguntas correctamente.

Por supuesto, hay personas a las que les va muy bien en estas pruebas. Como resultado, acceden a las escuelas más prestigiosas y, a menudo, se unen a las mejores y más grandes organizaciones. ¿Pero qué pasa con todos los demás? ¿Reprobar una prueba estandarizada significa que no eres lo suficientemente inteligente? ¿El éxito en la escuela o en el lugar de trabajo está reservado sólo para quienes obtienen puntuaciones altas?

¡La teoría de las inteligencias múltiples responde a esta pregunta con un rotundo y rotundo “no”!

Propone que existen múltiples tipos de inteligencia, que pueden medirse de diferentes maneras. Comprender esto también ayuda a resaltar las diferentes formas en que los humanos absorben, procesan y aplican el conocimiento. En particular, la primera publicación de la teoría y sus secuelas identificaron ocho inteligencias distintas. Aquí hay una descripción general de cada uno de ellas.

Los ocho tipos de inteligencia de Gardner

8 inteligencias de Gardner
Los ocho tipos de inteligencia de Gardner – Imagen de https://www.mundoprimaria.com/

Lingüística

La capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás es transversal a todas las culturas. Desde pequeños aprendemos a usar el idioma materno para podernos comunicar de manera eficaz.

La inteligencia lingüística no solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral, sino a otras formas de comunicarse como la escritura, la gestualidad, etc. Quienes mejor dominan esta capacidad de comunicar tienen una inteligencia lingüística superior. Profesiones en las cuales destaca este tipo de inteligencia podrían ser políticos, escritores, poetas, periodistas, actores…

Lógico/Matemático

Durante décadas, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la inteligencia en bruto. Suponía el axis principal del concepto de inteligencia, y se empleaba como baremo para detectar cuán inteligente era una persona.

Como su propio nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para solucionar este tipo de problemas es el indicador que determina cuánta inteligencia lógico-matemática se tiene.

Los célebres test de cociente intelectual (IQ) se fundamentan en este tipo de inteligencia y, en menor medida, en la inteligencia lingüística. Los científicos, economistas, académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar en esta clase de inteligencia. Asimismo, los ajedrecistas también requieren de capacidad lógica para desarrollar estrategias de juego mejores a las de su oponente, y a su vez anticipar sus movimientos.

Espacial

También conocida como inteligencia visual-espacial, es la habilidad que nos permite observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. En esta inteligencia destacan los ajedrecistas y los profesionales de las artes visuales (pintores, diseñadores, escultores…), así como los taxistas, que deben poseer un exquisito mapa mental de las ciudades por las que transitan.

Las personas que destacan en este tipo de inteligencia suelen tener capacidades que les permiten idear imágenes mentales, dibujar y detectar detalles, además de un sentido personal por la estética. En esta inteligencia encontramos pintores, fotógrafos, diseñadores, publicistas, arquitectos, creativos…

Corporal-Cinestésica

Las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar herramientas o para expresar ciertas emociones representan un aspecto esencial en el desarrollo de todas las culturas de la historia.

La habilidad para usar herramientas es considerada inteligencia corporal cinestésica. Por otra parte, hay un seguido de capacidades más intuitivas como el uso de la inteligencia corporal para expresar sentimientos mediante el cuerpo.

Son especialmente brillantes en este tipo de inteligencia bailarines, actores, deportistas, y hasta cirujanos y creadores plásticos, pues todos ellos tienen que emplear de manera racional sus habilidades físicas.

Musical

La música es un arte universal. Todas las culturas tienen algún tipo de música, más o menos elaborada, lo cual lleva a Gardner y sus colaboradores a entender que existe una inteligencia musical latente en todas las personas.

Algunas zonas del cerebro ejecutan funciones vinculadas con la interpretación y composición de música. Como cualquier otro tipo de inteligencia, puede entrenarse y perfeccionarse.

No hace falta decir que los más aventajados en esta clase de inteligencia son aquellos capaces de tocar instrumentos, leer y componer piezas musicales con facilidad.

Intrapersonal

La inteligencia intrapersonal refiere a aquella inteligencia que nos faculta para comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a la regulación de las emociones y del foco atencional.

Las personas que destacan en la inteligencia intrapersonal son capaces de acceder a sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre estos elementos. Según Gardner, esta inteligencia también permite ahondar en su introspección y entender las razones por las cuales uno es de la manera que es.

Por otro lado, tanto saber distanciarse de la situación para desdramatizar eventos con un impacto emocional negativo como saber identificar los propios sesgos de pensamiento son herramientas muy útiles tanto para mantener un buen nivel de bienestar como para rendir mejor en diferentes aspectos de la vida.

Interpersonal

La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las otras personas más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Más allá de el contínuum Introversión-Extraversión, la inteligencia interpersonal evalúa la capacidad para empatizar con las demás personas.

Es una inteligencia muy valiosa para las personas que trabajan con grupos numerosos. Su habilidad para detectar y entender las circunstancias y problemas de los demás resulta más sencillo si se posee (y se desarrolla) la inteligencia interpersonal. Profesores, psicólogos, terapeutas, abogados y pedagogos son perfiles que suelen puntuar muy alto en este tipo de inteligencia descrita en la Teoría de las Inteligencias Múltiples

Naturalista

Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza.

Esta clase de inteligencia fue añadida posteriormente al estudio original sobre las Inteligencias Múltiples de Gardner, concretamente en el año 1995. Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano (o cualquier otra especie) y que ha redundado en la evolución.

Hay que señalar que aunque para Gardner este tipo de inteligencia se desarrolló para facilitar el uso creativo de los recursos que nos brinda la naturaleza, actualmente su uso no solo se limita a los entornos en los que no hay construcciones humanas, sino que estos últimos también podrían ser «explorados» de la misma forma.

La teoría de Gardner hoy: ampliamente utilizada pero incomprendida

Actualmente, la teoría de las inteligencias múltiples ayuda a los profesores de todo el mundo a transformar su enfoque de aprendizaje. Sin embargo, la teoría también ha estado sujeta a algunos conceptos erróneos.

Con el tiempo, las “inteligencias múltiples” se han relacionado de alguna manera con el concepto de “estilos de aprendizaje”. Este tema controvertido siempre causa revuelo cada vez que se menciona. Sin embargo, el hecho es que no hay evidencia que sugiera que nuestros estilos (o preferencias) de aprendizaje autodefinidos tengan un impacto en los resultados del aprendizaje.

Quizás por eso Gardner se ha apresurado a distanciar su teoría del concepto de estilos de aprendizaje. Se opone a la idea de que adaptar los métodos de instrucción al estilo de aprendizaje de un estudiante conduce a mejores resultados.

Otros también han criticado la teoría de Gardner, sugiriendo que limita a los estudiantes a un tipo particular de inteligencia, en lugar de reconocer nuestra naturaleza multifacética. Sin embargo, Gardner tiene claro que todos poseemos múltiples habilidades en distintos grados.

En definitiva, la teoría de Gardner enfatiza que todas las inteligencias son igualmente valiosas. Diferentes situaciones requieren el uso de diferentes conjuntos de inteligencias. Aquí es donde nos beneficiamos al desarrollar una variedad de habilidades. Como tal, la teoría de las inteligencias múltiples fomenta un enfoque multifacético del aprendizaje.

Limitaciones de la teoría

La teoría de Gardner es atractiva porque valora rasgos que a veces se pasan por alto. Reprobar un examen estandarizado no debería verse como el fin del mundo.

Sin embargo, la teoría no está exenta de detractores. La objeción más común es que adolece de falta de evidencia empírica.

Otros también señalan que el modelo no incluye otros tipos de inteligencia. Por ejemplo, un artículo de McGuiness publicado en 2007 afirma que otros psicólogos anteriores a Gardner ya habían identificado hasta 150 inteligencias.

Los críticos también argumentan que es difícil aislar la inteligencia de la manera que sugiere la teoría de Gardner. Este enfoque entra en conflicto con la opinión generalizada de que nuestras capacidades trabajan juntas para formar una «inteligencia general».

A pesar de todas estas objeciones, la teoría sigue siendo una de las ideas más populares en el aprendizaje y el desarrollo. Puede ayudarnos a reconocer las diferentes fortalezas y debilidades de nuestros hijos y a su vez, beneficiar y transformar su enfoque de educación.

¿Cuál es mi tipo de inteligencia?

Gardner afirma que todas las personas son dueñas de cada una de las clases de inteligencia, aunque cada cual destaca más en unas que en otras, no siendo ninguna de las 8 más importantes o valiosas que las demás. Generalmente, se requiere dominar gran parte de ellas para enfrentarnos a la vida, independientemente de la profesión que se ejerza. A fin de cuentas, la mayoría de trabajos precisan del uso de la mayoría de tipos de inteligencia.

La educación que se enseña en las aulas se empeña en ofrecer contenidos y procedimientos enfocados a evaluar solo dos tipos de inteligencia: lingüística y lógico-matemática. No obstante, esto resulta totalmente insuficiente en el proyecto de educar a los alumnos en plenitud de sus potencialidades. La necesidad de un cambio en el paradigma educativo fue llevado a debate gracias a la Teoría de las Inteligencias Múltiples que propuso Howard Gardner.

Cómo influyen las inteligencias múltiples, según Gardner, en la crianza de mis hijos?

La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner tiene implicaciones significativas para la crianza de nuestros niños, ya que reconoce la diversidad de habilidades y fortalezas en cada individuo.

Algunos beneficios de incluirla en nuestro labor como padres/madres son:

Fomentar el Desarrollo Integral: Al entender que existen diferentes tipos de inteligencia, podemos apoyar el desarrollo integral de nuestros hijos al brindar oportunidades para explorar y cultivar diversas habilidades. Esto implica no solo enfocarse en el rendimiento académico, sino también en áreas como la creatividad, el deporte, la música, las habilidades sociales, entre otras.

Reconocer Fortalezas Individuales: La teoría destaca que cada persona tiene fortalezas en diferentes tipos de inteligencia. Los padres/madres podemos observar y reconocer las fortalezas particulares de nuestros hijos, alentándolos a desarrollar esas habilidades y a sentirse valorados por sus logros únicos.

Adaptar el Estilo de Enseñanza: La diversidad de inteligencias sugiere que no hay un enfoque único de enseñanza que funcione para todos los niños. Los padres/madres debemos adaptar el estilo de enseñanza y apoyo de acuerdo con las preferencias y fortalezas individuales de nuestros hijos, permitiendo un aprendizaje más efectivo y significativo.

Fomentar la Empatía y la Inteligencia Interpersonal: Al reconocer y valorar la inteligencia interpersonal (comprensión de los demás), los padres/madres podemos promover la empatía y las habilidades sociales en nuestros hijos. Esto incluye enseñarles a entender las emociones de los demás, trabajar bien en equipo y construir relaciones saludables.

Estimular la inteligencia: Los padres/madres podemos proporcionar entornos que estimulen la inteligencia destacada a través de actividades prácticas que fomenten la misma.

La teoría enfatiza que todas las inteligencias son igualmente valiosas. Como padres/madres debemos enseñar a nuestros hijos a apreciar y respetar la diversidad de habilidades y talentos en sí mismos y en los demás, fomentando un ambiente de aceptación y valoración mutua.

En resumen, la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner proporciona una perspectiva enriquecedora para nosotros como padres/madres al abordar la crianza desde una comprensión más amplia de las capacidades de nuestros hijos, promoviendo así un desarrollo integral y equilibrado.

Muy a menudo me pregunto: «¿Qué va a cambiar en los próximos 10 años?» Esa es un cuestionamiento muy interesante. Pero casi nunca nos preguntamos: «¿Qué no va a cambiar en los próximos 10 años?» Y les propongo que esa segunda pregunta es, en realidad, la más importante de las dos. Las habilidades blandas no cambian, y por eso es una razón para incluirlas en su crianza.

Se puede construir una crianza en torno a las cosas que son estables en el tiempo.

Sabemos que enseñar idiomas y tecnología  seguirán siendo muy útiles y necesarias dentro de 10 años. El mundo es capitalista, y es precioso dominar las habilidades que se espera que destaquen en el entorno profesional. Tanto que vivimos en una constante carrera con una meta que nunca llegamos a alcanzar.

Es imposible imaginar un futuro dentro de 10 años en el que un padre diga: «no hace falta saber inglés…» O «la inteligencia artificial no va a prosperar, no hace falta enseñarles eso»…. Imposible.

La idea de criar con lo que no cambia es criar con una educación integral, que incluye, además de educación tradicional y académica, un buen desarrollo emocional.

¿Qué son las habilidades blandas?

Las habilidades blandas (Soft skills) son aquellas habilidades sociales y emocionales que nos permiten interactuar de manera efectiva con el mundo que nos rodea.

A diferencia de las llamadas habilidades duras (hard skills), que consisten en los conocimientos técnicos que se aprenden y demuestran con programas de capacitación y títulos académicos, las habilidades blandas están relacionadas con los modos de desenvolvernos en la vida y en la relación con otros.

Asimismo, las habilidades blandas son capacidades que poseemos y que podemos utilizar en cualquier ámbito. Se pueden adquirir y desarrollar a lo largo de toda la vida, tienen que ver con el crecimiento emocional de las personas. Y en las que los viajes pueden aportar mucho.

Tipos de habilidades blandas

La de las habilidades blandas no es una lista cerrada ni en la que todos coinciden. Sin embargo, puede decirse que la comunicación, la empatía y la resiliencia son los pilares sobre los que se nuclean todas las demás.

A continuación, comparto aquellas habilidades blandas y algunos ejemplos de competencias que resultan fundamentales para la vida de cualquier persona, y que son de suma importancia.

Cada una de estas las propongo desarrollar a través de experiencias o hábitos viajeros ya que los viajes son una excelente oportunidad para que los niños las desarrollen.

Curiosidad: Los viajes inspiran la curiosidad en los niños al exponerlos a nuevas culturas, idiomas y experiencias. Esto les ayuda a desarrollar habilidades como la capacidad de hacer preguntas, buscar información y aprender de otras personas y lugares.

Adaptabilidad y resiliencia: Los viajes pueden ser impredecibles y desafiantes, lo que ayuda a los niños a desarrollar la habilidad de adaptarse a situaciones nuevas y a aprender a hacer frente a los cambios y desafíos.

Habilidades sociales y de comunicación: Los viajes permiten que los niños interactúen con personas de diferentes orígenes y culturas. Esto les ayuda a desarrollar habilidades sociales como la empatía, la comprensión, el respeto y la comunicación efectiva.

Creatividad: Los viajes inspiran la creatividad en los niños y adultos al exponerlos a diferentes formas de arte, música, arquitectura y diseño. Esto les ayuda a desarrollar habilidades como la imaginación, la originalidad y la capacidad de pensar fuera de lo común.

Independencia: Los viajes ofrecen a los niños la oportunidad de tomar decisiones y resolver problemas por sí mismos. Esto les ayuda a desarrollar la confianza en sí mismos y la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables.

Si quieres saber más sobre por qué deberían ser complementarias la educación tradicional en la escuela y la educación en el mundo o el worldschooling puedes leer esta nota.

habilidad para hacer frente a los cambios y desafíos.

¿Cómo entrenar las habilidades blandas en nuestros hijos?

Los niños no copian lo que decimos los adultos, copian lo que hacemos. También en el ámbito de las habilidades blandas. Así pues, el mejor método para ayudarles a desarrollarlas es ofrecerles un buen ejemplo.

En nuestro curso de hábitos viajeros desarrollamos detenidamente cada uno de los ejemplos que ayudan a desarrollar la inteligencia emocional de los niños. Proponemos una crianza activa con foco en el desarrollo de las soft skills en complemento con la educación tradicional que reciben en la escuela.

En este curso basado en una ardua investigación, te acercamos herramientas para fomentar la comunicación efectiva, practicar la resolución de conflictos y el trabajo en equipo. Alternativas para desarrollar la creatividad,  la inteligencia emocional, fomentar el pensamiento crítico y desarrollar la adaptabilidad.

 Los viajes inspiran la curiosidad en los niños

Situación actual de la educación en materia de enseñanza de habilidades blandas

Aunque en la actualidad cada vez son más requeridas las habilidades blandas, las currículas oficiales suelen dejarlas de lado. Se da por sentado que se aprenden, simplemente, de la vida.

Sin embargo, las habilidades blandas y las competencias en las que se manifiestan no nos vienen dadas de antemano. En ese sentido, las instituciones educativas pueden promover espacios y actividades que permitan desarrollar estas habilidades y aprenderlas, de ser necesario. Sin embargo, desde nuestro rol de padres o cuidadores, podemos hacer mucho más que simplemente esperar que lo haga otro.

Aquí os comparto una reflexión en torno a la importancia de la emocionalidad y espiritualidad en la era de la Inteligencia Artificial y un análisis de los valores de crianza para salvaguardar la humanidad.

La importancia de las habilidades blandas en la educación

Psicólogos y expertos en educación consideran la necesidad de enseñar habilidades blandas, una forma de internalizarlas de manera natural. El psicoanalista Jorge Catelli señala que la preocupación por las soft skill surgió en USA, a mediados de los años 70 y a partir de la observación de las tropas. Psicólogos y analistas observaron que los soldados con mejores habilidades sociales respondían mejor frente a aquellos con mejor manejo de la artillería.

Pronto advirtieron que los soldados que mejor respondían a los duros entrenamientos no eran los que tenían mayor conocimiento en el manejo de las armas. Por el contrario, eran habilidades para el trabajo en equipo, la comunicación y la resolución de problemas lo que hacía la diferencia.

La educación tradicional se centraba en la enseñanza de habilidades duras como el contenido, pero en la actualidad se está buscando cambiar esto. Ya sabemos que el mayor desafío que enfrentan las instituciones educativas es enseñar a aprender y ofrecer espacios de inclusión. Pero mientras todo esto sucede y el sistema educativo se adapta a las necesidades, nosotros los padres debemos poner manos a la obra.

El futuro laboral, las habilidades blandas, duras y poderosas

En un escenario de retos cambiantes, las empresas aspiran a fomentar la flexibilidad permanente en sus equipos. Esto implica que, a medio y largo plazo, cuando nuestros hijos e hijas desarrollen sus carreras profesionales, las competencias interpersonales serán cada vez más un elemento diferenciador en la vida laboral.

Ahora empieza a hablarse incluso de las power skills o habilidades de empoderamiento. Se trata de una evolución de las habilidades blandas y aluden a la autoconfianza para colaborar, comunicar o liderar de forma efectiva. Inteligencia emocional, empatía, marca personal, hablar en público, gestión del tiempo y organización son algunas de las más demandadas.

Referencias sobre la importancia de las habilidades blandas

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Daniel Goleman, un psicólogo y periodista estadounidense, conocido principalmente por su trabajo sobre la inteligencia emocional y el liderazgo popularizó el concepto de inteligencia emocional en todo el mundo. También ha escrito sobre temas relacionados con el liderazgo, el cambio social y la sostenibilidad.

Goleman ha hablado extensamente sobre la importancia de las habilidades blandas en la crianza de los niños. En su libro «Educar con inteligencia emocional«, destaca la necesidad de enseñar habilidades como la empatía, la colaboración y la resolución de problemas a los niños desde una edad temprana, ya que estas habilidades son esenciales para su éxito en la vida.

Además de este reconocido escritor, psicólogo y periodista, muchos otros han estudiado el tema y comparto algunos fragmentos:

Conclusiones

En conclusión, las habilidades blandas son fundamentales para la educación de los niños, ya que contribuyen a su desempeño académico, éxito profesional, desarrollo personal y bienestar emocional. Además, criar y dar el ejemplo de estas habilidades transferibles preparan a nuestros hijos para enfrentar los desafíos del mundo real y les permiten adaptarse a diferentes situaciones y contextos. Por lo tanto, es importante que los educadores y padres trabajemos juntos para fomentar el desarrollo de estas habilidades en los niños, a través de la práctica y la enseñanza consciente de la comunicación efectiva, la colaboración, el pensamiento crítico, la creatividad, la adaptabilidad, la inteligencia emocional y el liderazgo.

Descubre cómo ayudar a los niños a desarrollar sabiamente su libertad según la etapa de su desarrollo y su proceso de madurez personal. Ayudarlos en su autonomía según su edad.

Como bien sabemos, los niños y niñas se van desarrollando paulatinamente durante la infancia, niñez, adolescencia hasta llegar finalmente a la adultez. Durante todas estas etapas van ocurriendo hitos motores, sensoriales, cognitivos y socioafectivos que nos van formando cómo personas ayudándonos a crear un autoconcepto, una identidad e ir forjando paso a paso nuestras habilidades. Por lo tanto, es importante conocer durante este largo desarrollo qué es lo que ya deberían nuestros pequeños y pequeñas estar logrando de manera independiente y autónoma, para así fomentar (padres, cuidadores y profesionales) que el desarrollo vaya ocurriendo de manera continua y armónica.

En este artículo quiero acercarte las etapas aproximadas de los niños y niñas en las que van desarrollando la autonomía de la vida diaria, orientaros en cuáles son las edades a las que la mayoría de los niños logra ciertos hitos de autonomía. Pero recuerda que todos los niños son diferentes y que hay variaciones siempre entre uno y otro. (OJO, no porque tu hijo/a no tome una cuchara a los 10 meses tiene un problema o algún retraso.)

Es perfectamente normal tener dudas. Hoy en día hay mucha sobreinformación y este fenómeno hace que tengamos miedos. Pero no podemos permitir que estos miedos, a veces infundados, impidan que nuestros hijos disfruten de la libertad adecuada según la etapa de desarrollo en la que se encuentre.

Las etapas del desarrollo humano

Desarrollo de la autonomía en ALIMENTACIÓN:

4 a 8 meses: La succión y prensión es voluntaria, puede tomar mamadera con ambas manos y finalmente comienza a llevar pequeños alimentos a su boca.

10 meses: Comienza el uso de la cuchara para comer solito/a (derrama).

2 años: Comienza a beber de taza sin boquilla a gusto.

3 a 5 años: Usa tenedor y cuchara solito/a eficazmente.

7-8 años: Usa cuchillo para cortar y conoce modales en la mesa.

Desarrollo de la autonomía en VESTUARIO:

Primer año: Coopera extendiendo brazos y piernas, saca zapatos y calcetines.

Segundo año: Saca abrigos sin cierre, ayuda a sacar pantalones y busca huecos en las mangas. Baja y quita pantalones con elástico, coopera en poner calcetines y abotona/desabotona grandes botones.

Tercer año: Pone poleras con mínima asistencia, pone zapatos (pie equivocado), pone calcetines (talón arriba), baja pantalones, sube y baja cierres (sin encajar).

Cuarto año: Encaja hebillas de cinturón, pone calcetines correctamente. Pone zapatos con asistencia en atar cordones. Identifica adelante/atrás. Desabotona y abotona (4 ½ años).

Quinto año: Ata y desata nudos simples. Se viste sin supervisión. Sube cierres en frente de la ropa.

Sexto año: Sube cierres en la parte trasera de la ropa y abotona en la espalda.

los niños se visten solos
desarrollo de la higiene personal en niños según su edad

Desarrollo de la autonomía en HIGIENE:

1-2 años: Coopera en el uso del jabón.

3-4 años: Participa activamente en el baño de tina (asistencia y supervisión). Se limpia la cara con paño. Lava las manos con supervisión y claves,  participa activamente en el lavado de dientes (repaso) y coopera para cepillarse el cabello

5-6 años: Supervisión solamente para la limpieza y cepillado de dientes. Se baña con ayuda para preparar el agua y lavarse el cabello, requiriendo supervisión para la seguridad.

7-8 años: Independiente para bañarse y limpiarse, aunque en algunas ocasiones requiera claves. Puede preparar el agua independientemente (temperatura y profundidad).

Mayores de 10 años: Mayor interés en su apariencia y por actividades de limpieza. Realiza actividades de cuidado personal: maquillaje, afeitado, etc.

Desarrollo de la autonomía en el CUIDADO DEL INTESTINO:

1 año: Indica incomodidad si está mojado y presenta movimientos intestinales regulares.

2 años: Se sienta en el baño por poco tiempo si se le ubica. Controla micción y orina regularmente.

3 años: Logra regular micción con accidentes ocasionales en el día. Mayor control esfínter anal. Avisa cuando desea ir al baño y se sienta independientemente en el inodoro. Necesita ayuda para la limpieza,  cierres y ropa. Uso de pañales nocturnos.

4-5 años: Control diurno y nocturno. Completa independencia en posicionamiento, aseo y manejo de vestuario. Tira la cadena.

Desarrollo de la autonomía en las TAREAS INSTRUMENTALES:

1 ½  años: Imita a adulto en realización de tareas en hogar.

2 años: Toma y guarda juguetes.

3-4 años: Transporta objetos sin que se caigan.

5 años: Se prepara un pan, se sirve un vaso de leche, posiciona ropa sucia, responde el teléfono, tira basura, ayuda a guardar/secar y toma recados.

6 años: Cruza la calle (requiere supervisión y claves).

7-9 años: Prepara platos sencillos, pone ropa limpia en closet, maneja pequeñas sumas de dinero, hace su cama y usa teléfono.

10-12 años: Cocina con supervisión, hace reparaciones sencillas, pone la lavadora, lava los platos y cuida a los animales si se les dan indicaciones.

13-14 años: Mayor independencia en el manejo del dinero. Puede planchar.

Por último, es importante destacar que todos los niños y niñas son diferentes, tienen características individuales y se desarrollan a su propio tiempo. Por lo tanto, es importante promover la autonomía e independencia según la etapa de su desarrollo pero siempre tomando en cuenta las diferentes capacidades y fortalezas de cada uno de nuestros niños.

La libertad según otros factores más allá de la edad y madurez

Además de la edad de los niños, debemos considerar otros elementos cuando se trata de darles libertades a nuestros hijos. Los más importantes a tener en cuenta:

Geografía. Obviamente, en un pequeño pueblo, suburbio o área residencial, donde hay menos riesgos de tráfico, por ejemplo, nuestro hijo puede tener más libertad que en el corazón de una gran ciudad.

Madurez. No todos los niños maduran a la misma velocidad. Por lo tanto, debemos observar a nuestros hijos y decidir cuándo están listos para ser más o menos autónomos.

Proceso gradual. Es conveniente que el proceso de libertad vaya de la mano con la maduración y desarrollo de nuestro hijo. Deben demostrar que son responsables y ganarse cada día su propia autonomía.

Confianza. Debemos acompañarlos siempre durante su proceso de maduración, brindándoles confianza poco a poco, permitiéndoles y facilitándoles el aprendizaje de herramientas para que se desarrollen por sí mismos.

Comunicación. Es necesario crear un ambiente de confianza comunicativa con nuestro hijo. Si nos preocupamos por sus problemas sin imponer nuestras opiniones, podremos acompañarlos en su transición.

Predicar con el ejemplo. Es importante dar ejemplo. Somos el modelo a seguir de nuestro hijo.

Te invito a leer ¿Cómo la crianza positiva fomenta el desarrollo saludable del cerebro? para profundizar y fomentar el desarrollo felíz de nuestros hijos abandonando la disciplina tradicional.

Acompañarlos en el desarrollo de su autonomía desde el día 0

En momentos en que mis hijos no dejaban de llorar, y por su edad no hablaban, buscaba respuestas a mi actuar para brindarles consuelo. Sin embargo he entendido que el comportamiento quisquilloso de mi bebé en realidad tenía sentido y se trataba de progreso!

Mediante la investigación y estudio, he entendido cómo estimular las semanas de desarrollo más importantes en los primeros tiempos de vida de mi bebé, y convertirlas en verdaderos saltos mágicos hacia adelante.

 “Las semanas mágicas” tanto con su libro como con su APP, me han ayudado desde el día 0 a fomentar su desarrollo y autonomía.

Es importante fomentar el desarrollo, la libertad y la autonomía desde que el bebé nace porque los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales y sociales que se mantendrán a lo largo de toda la vida. Además, durante los primeros años, se establecen patrones de conducta que pueden ser difíciles de modificar más adelante.

Al fomentar la libertad y la autonomía desde temprana edad, estamos ayudando al niño a desarrollar habilidades y competencias que le permitirán tomar decisiones y actuar por sí mismo a medida que crece. Esto no solo ayuda a desarrollar la autoconfianza, sino que también fomenta la independencia y la capacidad de pensar críticamente.

También es importante mencionar que, desde temprana edad, los niños comienzan a formar su propia identidad y a desarrollar su sentido del yo. Al permitirles tomar decisiones y actuar de forma autónoma, estamos ayudándolos a desarrollar su propia identidad y a sentirse más seguros de sí mismos.

Por último, cabe mencionar que el fomento de la libertad y la autonomía desde temprana edad no implica dejar a los niños hacer lo que quieran sin límites o supervisión. Es importante establecer límites y normas claras que les permitan a los niños actuar de forma responsable y segura. Al hacer esto, estamos fomentando la libertad y la autonomía dentro de un ambiente seguro y protegido.