Si coincidimos en que la educación debe prepararnos para la vida, entonces ¿Hay que enseñar idiomas? ¿Matemáticas? ¿Tecnología? ¿Cuáles son los aprendizajes escolares que deberían desaparecer o reformularse? ¿Qué cosas que no enseñan en la escuela, nuestros hijos deberían saber?
Pues no hay una respuesta única ni simple. No es fácil definir lo que vale la pena aprender en la actualidad porque va muy de la mano de nuestros valores, de las diferentes inteligencias y también es muy impreciso saber qué será útil en el futuro. Sin embargo, existe cierto consenso sobre la importancia de formar capacidades claves como el pensamiento crítico, la empatía, la flexibilidad y la capacidad de aprender durante toda la vida, más allá del sentido fáctico y repetitivo que propone la escuela como “cuáles son las capitales de los países europeos”.
Desde esta perspectiva la educación propone ir más allá de la adquisición de saberes fragmentados y superficiales en el que usualmente se basan los programas escolares. La educación debe conectar las experiencias con la realidad y que esto tenga sentido en las vidas de los chicos que van a vivir.
¿Que deben saber nuestros hijos que no enseñan en la escuela?
Hay muchas cosas que deberían enseñarse en la escuela, pero que a menudo no se enseñan. Algunos opinan que deberían enseñarse en casa, y estoy de acuerdo. Pero normalmente tampoco les enseñan allí. Por eso llevar estos conceptos a las escuelas es la única manera de garantizar que todos los estudiantes reciban esta valiosa información… que nuestros hijos sepan lo que deben saber; especialmente los niños que provienen de hogares desintegrados o donde los padres están demasiado ocupados para enseñar y, por lo tanto, dependen del sistema escolar para ello.
Si con esto estamos de acuerdo, podríamos entonces darle lugar a la pregunta: ¿Cómo educo a mis hijos para que puedan sobrevivir felizmente en el futuro incierto que viene?
Sé que en muchas escuelas, principalmente aquellas con enfoques no tradicionales, ya están aplicando estas enseñanzas, como así en algunos países del mundo a nivel general. Este artículo es generalizado y no pretendo degradar a ningún maestro o escuela individual sino más bien exponer cómo creo que la educación general en la escuela puede mejorarse para beneficio de nuestros niños y del futuro de la sociedad en general.
Finalmente, este artículo puede servir tanto a madres y padres para reforzar la educación en casa como educadores o responsables del sistema educativo para llevar ideas al salón de clase. Tengamos en cuenta que un niño pasa más tiempo en clase que en casa si no contamos el sueño y que un maestro puede tener un impacto duradero en la vida de un niño. Pensemos sino en nuestros días en la escuela, apuesto a que has tenido un buen maestro, con suerte varios, que todavía recuerdas hasta el día de hoy.
Comenzaremos con las enseñanzas más relacionadas a lo emocional, ya que este blog remite más al desarrollo de habilidades blandas más que a conocimientos técnicos. Luego iremos adentrándonos en materias más tangibles como las finanzas y el marketing entre otras.
¿Que no enseñan en la escuela y que nuestros hijos deben saber?
Habilidades emocionales que no enseñan en la escuela y que nuestros hijos deben saber
1. Inteligencia emocional
Si pudiera agregar solo una cosa a la lista de asignaturas escolares, sería sin dudas esta.
La inteligencia emocional es la habilidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones, así como la capacidad de percibir y responder empáticamente a las emociones de los demás.
En el contexto escolar, resulta fundamental porque no solo contribuye al bienestar de los estudiantes, sino que también mejora su rendimiento académico y sus relaciones interpersonales. Al cultivar la conciencia emocional, los estudiantes desarrollan habilidades para manejar el estrés, resolver conflictos de manera constructiva y tomar decisiones informadas. Además, promueve un ambiente inclusivo y colaborativo para aprender a trabajar en equipo, mostrar empatía y desarrollar una sólida base emocional que les será beneficiosa a lo largo de sus vidas.
2. Mentalidad y pensamiento
“Si los padres quieren hacer un regalo a sus hijos, lo mejor que pueden hacer es enseñarles a amar los desafíos, a dejarse intrigar por los errores, a disfrutar del esfuerzo y a seguir aprendiendo. De esa manera, sus hijos no tendrán que ser esclavos de los elogios. Tendrán una manera de construir y reparar su propia confianza durante toda su vida”. CAROL S. DWECK
En su libro Mindet La actitud del éxito (The New Psychology of Success), Carol S. Dweck explica la mentalidad de crecimiento y la mentalidad fija que dice, en resumidas cuentas, lo siguiente:
Las personas con mentalidad fija (Fixed Mindset) creen que sus habilidades, inteligencia y talentos son innatos y fijos. Ven el esfuerzo como algo negativo, ya que creen que si tienen que esforzarse demasiado, es señal de que no son naturalmente talentosos en esa área. Temen el fracaso, ya que lo ven como una confirmación de sus limitaciones.
En contraste, las personas con mentalidad de crecimiento (Growth Mindset) creen que sus habilidades pueden desarrollarse a través del esfuerzo, la práctica y la perseverancia. Ven los desafíos y los errores como oportunidades para aprender y crecer. Están dispuestos a invertir tiempo y energía en mejorar, y ven el proceso de aprendizaje como algo valioso en sí mismo.
Aplicar en las escuelas la educación con mentalidad de crecimiento no significa descuidar las evaluaciones, pero pone el énfasis en el proceso de aprendizaje, el esfuerzo y la mejora continua, lo cual prepara a los estudiantes de manera más efectiva para los desafíos de la vida y el mundo laboral.
3. Cuestionar todo
La capacidad de un niño para cuestionarlo todo y ver a través de los ojos de un escéptico no se fomenta en las escuelas porque va en contra de gran parte del sistema escolar. Muchas escuelas prefieren que los niños simplemente escuchen lo que les dice, sin aportar sus propias ideas. Y sobre todo sin cuestionarse demasiadas cosas. A menudo, cuanto más importante es algo, menos quiere la escuela que se cuestione.
Es triste no tener la libertad de preguntar… incluso cuando no hay una respuesta única para las cosas. Deberíamos enseñar a los niños a ser respetuosos y escuchar a sus profesores, pero también a cuestionarlos. Tengamos en cuenta que los mejores conceptos, empresas e invenciones provienen de personas que hacen exactamente eso.
Además, obligarlos a conformarse con la autoridad de principio a fin puede ser peligrosa. ¿Cuántas agresiones sexuales podrían prevenirse si nuestros hijos supieran que está bien decir “no” a un adulto que ha ido demasiado lejos?
4. Creatividad
El sistema escolar tiende a hablar de la creatividad como si fuera algo “extra” especial que los niños hacen ocasionalmente, lo que ha llevado a una separación de las clases creativas (como arte, música, etc.) y las clases académicas (como matemáticas, ciencias, etc.).
Haríamos bien en deshacernos de esa distinción. Porque la creatividad no solo se relaciona con las artes, sino también con la capacidad de pensar de manera innovadora, resolver problemas y abordar desafíos de manera original.
Si usaran métodos de evaluación que vayan más allá de las pruebas tradicionales, se podría evaluar de manera más holística el desarrollo de habilidades creativas y de pensamiento crítico en los estudiantes.
Melina Furman, autora Argentina de varios libros, entre ellos «Enseñar distinto”, aborda la importancia de cultivar la creatividad en los estudiantes y propone enfoques innovadores para la enseñanza. Os invito a leer alguna de sus obras o ver alguno de sus videos o Charlas TED para profundizar en el tema.
5. Conciencia de si mismos
La importancia de enseñar a los niños a comprenderse a sí mismos radica en el potencial transformador que esta habilidad puede tener en sus vidas y en la sociedad en general.
La diversidad de habilidades y formas de inteligencia, representada por las «inteligencias múltiples» de Gardner, destaca la necesidad de reconocer y fomentar la individualidad en el proceso educativo.
Creo que la comprensión de los diferentes estilos de aprendizaje está aumentando, pero los niños que aprenden de manera diferente a menudo todavía son descartados como «niños problemáticos». Si entendieran por qué aprenden de manera diferente y, lo que es más importante, cómo aprenden, podría cambiarlo todo.
Al promover la autoconciencia y el entendimiento de cómo cada individuo aprende de manera única, se pueden superar barreras educativas y contribuir al desarrollo personal y colectivo.
6. El valor de los errores
Los adultos nos estamos empezando a dar cuenta de los beneficios de los errores. Incluso las derrotas nos hicieron más fuertes que las victorias.
Los estudios han demostrado que el uso del “fracaso productivo” es más efectivo que la instrucción simple y directa. Lastimosamente no hay muchos estudios sobre cómo responden los maestros en la escuela a los errores en el aula, y a menudo utilizan el castigo o la mala calificación en vez de utilizarlo productivamente.
¿No deberían enseñarles que puedes caerte y levantarte todas las veces que lo necesites?
7. Persistencia
Las escuelas enseñan el valor de la educación, del talento y la habilidad. Muchas escuelas excelentes incluso enseñan el valor y la importancia del trabajo duro. Pero no estamos enseñando el valor de la perseverancia.
Los niños pueden tener todas las grandes ideas del mundo, pero si no entienden que el éxito se consigue con la perseverancia, se rendirán antes de dar en el blanco.
8. Resiliencia
Las personas más resilientes que conozco son los viajeros. Niños que crecen moviéndose de un lugar a otro, de una escuela a otra o incluso haciendo Homeschooling, porque sus padres son reasignados cada pocos años o porque han adoptado un estilo de vida nómada. Estos niños son capaces de adaptarse y superar cosas de las que la mayoría de los niños nunca tienen que preocuparse.
Creo que sería fantástico empezar a enseñar esto en todas nuestras escuelas. Hay pocas habilidades para la vida que brinden más beneficios que la resiliencia.
La base para hacerlo arranca con la educación de las emociones: actividades que ayuden a los niños a identificar sus estados de ánimo, a expresarlos y a convertir una los desafíos en oportunidades. Para la escuela, tener alumnos resilientes permite que los conflictos se resuelvan de una manera más saludable, promoviendo el respeto y mejorando la convivencia.
9. Lógica y razonamiento
¿Por qué los niños deberían esperar hasta la universidad para asistir a su primer curso de lógica? Es fácil pasar por alto un tema como la lógica o considerarlo innecesario. Superficialmente, puede parecer poco importante. Pero la capacidad de un niño para razonar, a través de la lógica aprendida, es una gran ventaja para su capacidad de tomar decisiones para el resto de su vida.
10. Empatía
Lo considero la raíz de la educación en los niños, ya que siembra las semillas para la construcción de la tolerancia y la conciencia de la diversidad. Es la puerta de entrada hacia la comprensión mutua y la aceptación que contribuye a la construcción de un mundo que valora la igualdad, la compasión y la conexión humana.
Existe un debate entre los expertos sobre si la empatía es innata o adquirida. Algunos estudios sugieren una predisposición manifestada desde temprana edad, pero la mayoría afirma que es una habilidad en constante desarrollo a lo largo de la vida, moldeada por la experiencia y el aprendizaje social. Entonces, esta «cualidad» dinámica y educativa, revela la posibilidad de cultivarla desde la infancia y fortalecerla en nuestras relaciones personales para convertirlo en un cambio radical de pensamiento social.
Los maestros y adultos debemos ser ejemplos de empatía para los estudiantes. Pudiendo reforzar las clases con cuentos y literatura que destaquen personajes que fomenten la comprensión mutua. Fomentar actividades y proyectos que requieran trabajo en equipo y colaboración. Crear un ambiente donde los estudiantes puedan discutir sus pensamientos y sentimientos, fomentando la empatía hacia las experiencias de los demás. Enseñar estrategias para resolver conflictos de manera pacífica y comprensiva. Incorpora ejercicios de reflexión y celebrar la diversidad.
11. Flexibilidad:
Ser demasiado rígidos en nuestros planes de estudios puede limitar la capacidad de los niños para aprender y crecer de forma autónoma. Es fundamental encontrar un equilibrio entre la dirección que les damos y la flexibilidad para adaptarnos a sus necesidades cambiantes a medida que crecen. Esto no implica desvanecer los límites, carecer de normas o ser maestros permisivos, sino hallar un equilibrio entre el orden, los imprevistos, la disciplina y el disfrute diario. Sin dudas, será un cambio muy beneficioso para todos.
Habilidades de negocios y productividad que no enseñan en la escuela y que nuestros hijos deben saber
Ya sea que un niño ingrese al mundo corporativo, sea dueño de su propio negocio, se una al ejército o simplemente trabaje en una pequeña empresa en su ciudad natal, las habilidades comerciales y de productividad resultarán útiles. Os presento algunas que considero relevantes para incluir en el plan de estudio de nuestras escuelas.
12. Resolución de problemas
El sistema escolar normalmente enseña que hay una respuesta correcta e incorrecta para todo. Al realizar un examen, si la respuesta C es correcta, la A, B y D no lo son. Otras veces te equivocas si no utilizas la respuesta exacta del libro. Esto funciona para preguntas con una respuesta básica correcta o incorrecta, pero también se suele utilizar para preguntas que podrían tener múltiples soluciones.
¿Qué pasaría si nos centráramos más en resolver problemas y menos en tener razón?
Si un estudiante encuentra una solución a un problema, incluso si se le ocurrió una solución diferente o llegó a ella de otra manera, aun así podría tener razón. Entiendo que 2+2 nunca será igual a 11, pero cuando se trata de cuál respuesta es “más correcta”, hay margen para discutir, y “más correcta” no debería depender únicamente del criterio del maestro.
13. Escucha activa
La escucha activa emerge como un elemento esencial para forjar conexiones efectivas y mejorar las relaciones, no solo entre familiares y amigos, sino también en interacciones con desconocidos. En especial, la escucha asertiva, que implica comprender verdaderamente lo que los demás expresan y permitir a los niños explicarlo con sus propias palabras, se erige como una habilidad clave. Además de facilitar la empatía y la comprensión hacia los demás, la escucha activa potencia las habilidades de comunicación al enseñar a los niños a expresar sus pensamientos de manera clara y coherente.
14. Relaciones
Aprender a tratar y relacionarse con las personas es importante en los negocios, pero es más importante en la vida personal. Como mínimo, los niños podrían aprender a identificar relaciones tóxicas y fomentar relaciones sanas. No tiene que ser en términos de matrimonios, uniones civiles, etc., hay muchos principios universales. Cosas como “respetar los límites” podrían resultar útiles, por ejemplo. Quién sabe, tal vez esto ayudaría a prevenir parte de la agresión sexual, que en primer lugar proviene de una idea errónea sobre las relaciones.
15. No se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor
Cualquier libro de productividad te dirá esto mismo de diferentes formas. En el ámbito escolar se trata de ayudar a los niños a descubrir las formas más eficientes de realizar tareas, un concepto que pueden aprender aplicándolo a sus métodos de estudio y extendiéndolo a todas las áreas escolares.
Aunque a veces los niños pueden confundir trabajar de manera más inteligente con tomar atajos, los maestros pueden abordar esto presentando el concepto y destacando la importancia de hacerlo con integridad. En lugar de etiquetar el comportamiento como «malo», podrían aprovechar las intenciones del niño para enseñarles cómo cultivar la idea de trabajar de manera más inteligente, no más intensa.
16. El Principio de Pareto, la regla del 80/20
El Principio de Pareto, también conocido como la regla 80/20, establece que aproximadamente el 80% de los efectos provienen del 20% de las causas o que el 80% de los resultados provienen del 20% del trabajo. Nombrado en honor al economista italiano Vilfredo Pareto, también se le conoce como la «Ley de los pocos vitales», ya que ese 20% es vital para el 80% del éxito. Aunque no es una fórmula mágica, es una idea valiosa. Aunque no se aplica universalmente, es relevante en más situaciones de las que se podría pensar. Esta regla simple puede enseñarse a los niños para ayudarles a enfocarse en lo verdaderamente importante.
17. Liderazgo
En las escuelas, aunque se aliente al liderazgo, a menudo se omite la enseñanza integral de esta habilidad. Aunque algunos argumentan que el liderazgo auténtico no se puede enseñar por completo y solo debe mostrarse, creo que esta idea es parcialmente precisa.
Aunque el modelado es esencial, ciertos conceptos clave sobre liderazgo pueden enseñarse. Stephen R. Covey, conocido por su obra «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva«, aborda la importancia de liderarse a uno mismo antes de liderar a otros. Propone un enfoque basado en principios, donde los valores sólidos son la base de la toma de decisiones y la interacción con los demás.
Este enfoque puede ser enseñado en las escuelas a través de programas que promuevan la autorreflexión, el trabajo en equipo y la toma de decisiones éticas.
18. Emprendedurismo
Muchos programas educativos, incluidos los programas de MBA, tienden a centrarse en enseñar cómo administrar negocios ajenos y ya establecidos, lo que limita la preparación de los estudiantes para iniciar y desarrollar sus propios emprendimientos.
Enseñar esto desde etapas tempranas brindaría a los estudiantes habilidades prácticas y una mentalidad proactiva necesaria para enfrentar el mundo empresarial actual. Capacitar a los jóvenes en el proceso de concepción, creación y gestión de sus propios negocios no solo fomenta la autonomía y la creatividad, sino que también les brinda las herramientas esenciales para adaptarse a un entorno laboral en constante cambio.
19. Administración de recursos financieros
Viajando aprendí a explorar el mundo sin perder el equilibrio financiero. Entendí que el dinero equivale a horas de vida y que es un medio para lograr cosas y no un fin en si mismo.
Mucho nos esmeramos por enseñar a nuestros hijos todas las herramientas posibles para que se desenvuelvan con soltura en su vida cotidiana. Y, querámoslo o no, el dinero y la economía personal forman parte de esas rutinas diarias.
Cuanto antes empecemos a educarlos acerca de su valor (como medio de cambio y no como fin), a gestionarlo de manera inteligente y a promover el ahorro, más preparados estarán para mantener una buena salud financiera cuando sean adultos y convertirse en consumidores responsables.
Para promover la educación financiera en las escuelas, se podrían implementar actividades como simulaciones financieras, gestionar presupuestos y tomar decisiones de inversión simuladas. Invitar a profesionales financieros para charlas o crear un club de finanzas. Podrían asignarse proyectos individuales de ahorro y presupuesto personal basados en ingresos simulados para ayudar a los estudiantes a comprender la importancia de la responsabilidad financiera en su vida diaria.
Algunos conceptos que deberían incluirse en esta nueva asignatura serían:
– Cómo funcionan las hipotecas
– Cómo funcionan los impuestos
– Cómo funciona el interés compuesto
– Cómo crear un plan de ahorros
– Cómo invertir
– Para qué sirven los bancos y cómo funcionan las tarjetas de crédito
– Como prevenir la deuda
20. Ventas
Esto es controvertido y discutible, pero creo que las ventas tienen un lugar en el aula por dos razones: 1. Los niños necesitan aprender a venderse. 2. Los niños necesitan aprender cómo protegerse de las ventas.
Todos estamos, de una forma u otra, relacionados con las ventas.
El simple hecho de que “vender” tenga tan mala fama evidencia que debemos enseñar la forma correcta hacerlo. Siempre existe una opción en la que todos ganan, pero la mayoría de los vendedores son conocidos por preferir ganar-perder. Debemos mostrar a los niños cómo funcionaría mejor la venta si pensamos en el “win-win”.
21. Marketing y Publicidad
En la misma línea que las ventas, las habilidades en publicidad y marketing serán excelentes para ayudar a los niños a difundir ideas, pero también para protegerlos de la industria de la publicidad y el marketing.
22. Saber delegar
Sería fantástico enseñar a delegar en el liderazgo, pero aún más sería fantástico enseñar que la delegación no siempre ocurre hacia abajo. Las personas deberían centrarse en lo que hacen mejor. Parece que este es un concepto que los directores ejecutivos y los líderes de alto nivel comprenden, pero ¿por qué se necesitan 40 años para resolverlo?
Si empezamos a enseñar a los niños a distribuir la carga de trabajo y centrarse en sus habilidades, podrían empezar a implementar esto antes de que se acerquen a la jubilación.
23. Automatizar
Enseñar automatización en el colegio es esencial para preparar a los estudiantes para un mundo laboral en constante evolución. El conocimiento en automatización fomenta la eficiencia y la productividad al optimizar procesos. Asimismo, al liberar tiempo de tareas repetitivas, se estimula la creatividad y la capacidad de resolver problemas, habilidades fundamentales para el éxito en el mundo moderno.
24. Habilidades reales para hablar en público
¿Recuerdas esos discursos incómodos que dábamos en la escuela? En los que realmente no sabíamos ni lo que decíamos porque estábamos más preocupados por no cometer un error?
La glosofobia, o miedo a hablar en público, afecta aproximadamente al 75% de la población. Imagino que está relacionado a la falta de enseñanza de esta habilidad. Existen formas muy efectivas de enseñar estas habilidades de comunicación, pero la mayoría de las veces se dejan fuera de las clases de oratoria.
25. Leyes
El derecho es algo curioso, porque hablamos de abogados en el mejor y el peor extremo del espectro. Agrupamos a los abogados con los médicos cuando hablamos de profesiones exitosas que los niños puedan llegar a estudiar cuando crezcan. Pero luego decimos que son todos turbios o aprovechadores. Como ocurre con cualquier profesión, los hay buenos y malos, pero creo que estarás de acuerdo en que todo el mundo necesita un abogado en algún momento u otro.
¿Por qué necesitamos un abogado? Porque el Derecho suele ser complejo y confuso. Y no digo que las escuelas eliminen la necesidad de un abogado, pero sí podrían hacer algo que elimine muchas circunstancias que lo ameriten.
Todos estamos sujetos a la ley, independientemente de lo que hagamos y lo que no entendamos. La ignorancia de la ley no es excusa. Por ello creo que las escuelas beneficiarían enormemente a los estudiantes si cubrieran en algún momento los siguientes temas:
Derechos y Responsabilidades: Consciencia de sus obligaciones legales en la sociedad.
Ética Legal y Moral
Sistema Judicial: Entender cómo funciona la administración de la justicia.
Derechos Civiles y Humanos
Contratos y Acuerdos Legales: Brindar conocimientos sobre la redacción y comprensión de contratos y acuerdos legales es esencial para la vida personal y profesional.
Responsabilidad Penal: Entender las consecuencias legales de las acciones delictivas.
Ciberseguridad y Derecho Digital: En el mundo digital actual, la comprensión de cuestiones legales relacionadas con la tecnología y la ciberseguridad es crucial para la protección personal y profesional.
Derecho del Trabajo
Ley de protección de datos
Habilidades de Autocuidado que no enseñan en la escuela y que nuestros hijos deben saber
26. Manejo del estrés
El aumento del estrés en los niños, incluso a edades tempranas, ha sido asociado con el incremento de casos de depresión y tasas alarmantes de suicidio. Resulta esencial abordar este problema en las escuelas, ya que el estrés a menudo proviene de diversas fuentes, incluyendo el entorno familiar. Implementar estrategias en el ámbito escolar puede ser más efectivo, ya que proporciona un espacio neutral y estructurado para que los niños aprendan a afrontar y gestionar sus tensiones.
Estos programas podrían incluir técnicas de relajación, mindfulness y la promoción de un ambiente escolar que fomente la comunicación abierta sobre el tema.
27. Gestión del tiempo
El precio de cualquier cosa es el la cantidad de vida que intercambias por ello. -Henry David Thorea-
Entender la importancia de la gestión del tiempo es una lección valiosa desde la infancia, incluso cuando apenas comienzan a comprender la noción temporal. Si planificamos cada minuto de su día escolar y su tiempo en casa de manera estricta, se limita su capacidad para aprender a administrarse. Es crucial proporcionar momentos libres, permitiéndoles desarrollar la habilidad de priorizar y ser intencionales con sus actividades. De esta manera, fomentamos un equilibrio saludable entre la estructura necesaria y la libertad para explorar y aprender independientemente.
28. Equilibrio entre vida personal y laboral
En retrospectiva, a menudo nos enfrentamos a la dolorosa realidad de haber perdido momentos significativos en la vida de nuestros hijos debido a nuestra adicción al trabajo. Esta lección, aprendida a veces a costa de experiencias personales, resalta la importancia de equilibrar la dedicación laboral con el tiempo dedicado a la familia. Si bien esta lección hay que aprenderla de primera mano, con el ejemplo en casa, también es algo que podríamos enseñar en las escuelas.
Enseñar a las nuevas generaciones a priorizar la calidad de vida sobre las demandas laborales, ofreciendo herramientas para construir relaciones sólidas y significativas con sus seres queridos. Así, en lugar de vivir con lamentos y anhelos de oportunidades perdidas, podrían cultivar una vida basada en elecciones conscientes y equilibrio, evitando futuros arrepentimientos como «si pudiera volver atrás». Este enfoque no solo enriquecería la experiencia de vida de los individuos, sino que también contribuiría a la formación de una sociedad más saludable y centrada en los valores fundamentales.
29. Primeros auxilios básicos y emergencias
La enseñanza de primeros auxilios básicos y habilidades para emergencias en las escuelas es crucial para empoderar a los estudiantes con conocimientos que pueden salvar vidas. Además de brindar la capacidad de responder eficazmente en situaciones críticas, esta formación fomenta la prevención, la seguridad y la responsabilidad ciudadana. Necesitamos capacitar a los niños sobre cómo manejar y reaccionar en situaciones de emergencia. Te sorprendería saber cuántas personas olvidan el número del 911 en una emergencia real.
30. Defensa personal
Los delitos violentos en las escuelas han disminuido, pero aún prevalecen. La seguridad es 90% conciencia, conocimiento, actitud de autoestima, confianza y elección, y 10% estrategia, lenguaje, tácticas de defensa física y equipo de protección.
Los niños son objetivos solo por estar solos, en cualquier lugar. Porque es más probable que los atacantes elijan un objetivo que parezca no poder defenderse. Si solo enseñáramos a los niños un aspecto de la defensa personal, creo que la atención al entorno sería la opción (Conciencia situacional).
La autodefensa no es sólo física. El acto de reducir situaciones verbalmente sería una gran adición al aula. Enseñaría a los niños cómo calmar situaciones a través de conversaciones básicas. No funciona todo el tiempo, pero es mejor que no saber qué decir.
31. Habilidades de supervivencia
Las habilidades necesarias para sobrevivir en la naturaleza podrían resultar útiles para cualquiera. Nadie predice quedarse varado. No es necesario ser un Boy Scout para sobrevivir en medio de la nada, hay algunas habilidades básicas que los niños pueden aprender y que pueden salvarles la vida.
Algunas podrían ser: Cómo iniciar un fuego, lo que puedes y no puedes comer en el desierto, comunicación y navegación sin tecnología, etc.
Otras habilidades que no enseñan en la escuela y que nuestros hijos deben saber
32. Multiculturalidad: No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
Podría extenderme horas en este tema; me apasiona! Incluso mi tesis de licenciatura, hace más de 15 años, trató sobre esto.
Teniendo en cuenta que las distintas culturas coexisten en un mismo espacio en muchos ámbitos (Escolares, recrativos, laborales), creo que debemos abrazar la multiculturalidad en todos los aspectos de la vida. Con esto no solo preparamos a los niños para un mundo diverso, sino que también fomentamos el diálogo constructivo, la apertura mental y la construcción de sociedades más inclusivas.
Desde el rol de educadores se debería destacar la belleza y la riqueza que aportan las diferencias individuales y culturales. En lugar de percibir las variaciones como amenazas, enseñar a apreciarlas como oportunidades de aprendizaje y enriquecimiento personal. Fomentar el análisis reflexivo en lugar de juicios rápidos. Enseñar a cuestionar sus propias creencias y a considerar diferentes perspectivas antes de llegar a conclusiones.
33. Detectar estafas
Desde ofertas de trabajo que prometen ingresos rápidos con mínima inversión, hasta mensajes de texto que afirman que has ganado un premio que nunca solicitaste, las estafas adoptan diversas formas en la actualidad. También se manifiestan en llamadas telefónicas falsas de servicios gubernamentales que exigen pagos inmediatos y correos electrónicos fraudulentos que solicitan información personal bajo pretextos engañosos. La variedad de artimañas fraudulentas demuestra la importancia de estar alerta y educado para reconocer posibles engaños en diversas situaciones.
34. Pensamiento crítico
Educar es enseñar a pensar, no qué pensar – John Dewey.
Se cree que la primera vez que se documentó el pensamiento crítico fue en las enseñanzas de Sócrates, registradas por Platón. Pero a lo largo de la historia, la definición ha cambiado. En palabras simples, podemos decir que se trata de analizar, procesar y dar sentido a la información cuidadosamente.
Es una habilidad muy valorada en la educación, el trabajo y la vida personal porque nos ayuda a resolver problemas de manera objetiva y creativa, identificar sesgos, tomar decisiones informadas, y promueve la adaptabilidad y el aprendizaje continuo. Pero lastimosamente, no es algo innato ni una característica genética. Es una habilidad compleja que debe aprenderse y desarrollarse con paciencia.
Ahora mismo tenemos tanto acceso a la información y a tantas opiniones, que parece que llevamos una biblioteca colectiva en la mano (el móvil). Sin embargo, no sabemos qué hacer con tanta data, ni siquiera sabemos diferenciar la buena de la mala, la verdadera de la falsa.
Podría fácilmente enseñarse en escuelas mediante la integración de actividades que desafíen a los estudiantes a analizar, cuestionar y argumentar. Incluir debates, estudios de caso, y proyectos de investigación que requieran evaluación de evidencia y formulación de argumentos.
35. Diferenciar entre verdades y ficción (Fake news)
En la era digital actual, es imperativo que las escuelas enseñen a los estudiantes a diferenciar entre información verídica e información falsa, así como a seleccionar y evaluar fuentes de manera crítica. Este enfoque no solo promueve la alfabetización digital, proporcionando herramientas esenciales para navegar el flujo constante de información en línea, sino que también contribuye a prevenir la propagación de desinformación y noticias falsas en las redes sociales y otros medios.
Al fomentar la habilidad de discernir entre hechos y ficción, se cultivan habilidades de pensamiento crítico, permitiendo a los estudiantes cuestionar, analizar y comparar diversas fuentes.
Esta formación no solo es esencial para el éxito académico, sino que también empodera a los ciudadanos, brindándoles las herramientas necesarias para participar activamente en la toma de decisiones políticas y sociales. Además, enseñar a seleccionar fuentes confiables y validar información también contribuye a la protección contra fraudes en línea y estafas, y prepara a los estudiantes para adaptarse a un entorno tecnológico y de información en constante evolución.
36. Sorprendizaje: Menos Bla bla y más Oh!
Ramón Barriera, en su charla Ted “Cómo acabar con una educación aburrida” apañó este nuevo término de Sorprendizaje, con el que afirma que para aprender hay que sorprenderse. Incentiva que en la educación debe haber menos APROBAR y más A PROBAR, que es en definitiva lo que venimos a hacer a la vida. Fomentar la capacidad de sorprenderse y explorar en lugar de simplemente enfocarse en aprobar exámenes puede resultar mucho más significativo y enriquecedor para nuestros niños. Para ellos todo es oportunidad para conocer, explorar, tocar y sentir. El mismo mundo se les presenta como una novedad digna de su completa curiosidad. Nada lo dan por sentado. Pero durante el proceso de convertirse en adultos pierden esa habilidad.
Creo que es una de las técnicas más fácil de llevar a cabo en las escuelas y que brindará beneficios para estudiantes y docentes.
Conclusiones
No estoy tratando de reestructurar el sistema escolar. Aunque después de tan largos fundamentos, puede que así lo parezca. Simplemente estoy tratando de crear conciencia sobre algunos problemas importantes que nuestros hijos se están perdiendo.
Creo que cada uno de estos puntos debería enseñarse en casa si no se enseñan en la escuela, pero como todos sabemos, no todos tienen la suerte de que esto suceda.
Muchos educadores excepcionales abordan estos puntos en su enseñanza, pero a menudo se ven limitados por currículos predefinidos. Incorporar estos conceptos en los lineamientos generales haría su labor más eficiente.
Puede que no todos concuerden con mis ideas, pero si logré al menos hacerte pensar, considero que cumplí mi objetivo al escribir todo esto.
Me encantaría conocer tu opinión. ¿Qué cosas que no enseñan en la escuela consideras que nuestros hijos deben saber? ¡Comparte tus ideas y hagamos que la educación sea un tema de conversación!