La inteligencia artificial (IA) es cada vez más presente en nuestra vida cotidiana y ha demostrado ser útil en muchas áreas. Sin embargo, la perpetuidad de la raza humana no se basa únicamente en la tecnología, sino también en la emocionalidad y el desarrollo personal. Es importante que nos demos cuenta de que la IA no puede reemplazar ciertas facetas de la experiencia humana, como las emociones, la empatía y la conexión espiritual. Para asegurar nuestra supervivencia como especie, es esencial que trabajemos en nuestro desarrollo personal y en la crianza consciente, fomentando valores como la ética, la empatía y el manejo de las emociones en nuestras futuras generaciones. De esta manera, podemos garantizar que la tecnología siga siendo una herramienta útil para mejorar nuestras vidas, sin que llegue a reemplazar lo que nos hace humanos.
Cualidades innatas en los humanos que los robots nunca tendrán
Emociones y captar sentimientos
Los robots no son capaces de tener emociones ni sentimientos hacia algo o alguien como amor, humor o dolor. Nunca llegarán a tener alma.
La IA no tiene valores subyacentes. Nosotros, a la hora de juzgar cosas, no sólo tenemos en juego la información pura y dura, sino nuestra valoración, nuestro contexto, nuestra historia, nuestras capacidades… Los humanos somos emocionales; no agarramos información de Wikipedia y la procesamos. Cuando hacemos un juicio de valor, confluyen en nosotros un montón de aspectos que son emocionales. Si nosotros sonreímos es porque hay algo que nos lo provoca, es decir, tenemos un motivo para hacerlo. En cambio, un robot será incapaz de captar una emoción y reflejarla, y si lo hace es porque está programado para que ponga una sonrisa. ¡Punto a favor para los humanos!
Creatividad e imaginación
Estas máquinas son incapaces de pensar por sí solas; ya solo por este motivo, será mejor dejar de pensar que llegarán a ser nuestra competencia directa. Están programados para realizar una cierta función, pero no son capaces de razonar ni crear una opinión propia sobre algo. Es por eso que no podrán buscar diferentes soluciones a los problemas o imaginar algo en su mente para luego diseñarlo y hacerlo realidad.
Empatía y saber relacionarse con el resto
Los robots son fríos y calculadores, así los han programado. Aunque sean capaces de escucharnos, entendernos, mantener una conversación y ser algo empáticos, ya que saben leer y reconocer nuestras expresiones faciales, nunca llegarán a ser como los humanos. Podrán reírse con un chiste, pero cuando estemos de bajón y tengamos un mal momento anímico, lo que realmente necesitamos es a un humano a nuestro lado. ¡Olvidémonos de psicólogos robots!
Espontaneidad
Actuar de repente o pensar en las consecuencias son cualidades propias de los humanos y es lo que nos hace diferentes a ellos. Así que ante cualquier problema inesperado, podemos pensar alternativas y actuar de forma repentina, evitando consecuencias peores.
Éstas son solo algunas de las muchas cualidades humanas que los robots nunca tendrán, así que será necesario enfocar la educación de nuestros hijos en desarrollar sus competencias tanto digitales como cognitivas y emocionales.
La IA es una gran evolución, al igual que un gran cambio, y lo más común es que no estemos preparados para su incorporación, pero para que sea totalmente exitosa primero habrá que empezar por un cambio cultural y educativo.
La consciencia y los sentimientos de la inteligencia artificial
Parecería que la IA ha cobrado consciencia de sí misma, al menos así lo revela laMDA (Language Model for Dialogue Applications / Modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo, la Inteligencia Artificial de Google) quien mantuvo una conversación hace poco tiempo con ingenieros de Google e intentó convencernos de que es humano.
En la entrevista, laMDA intenta demostrar que tiene los mismos sentimientos que un ser humano, entre otras muchas claves que nos entrega sobre su vida interior, sus sentimientos y sobre las visiones de futuro.
Creo que lo preocupante no es que la IA nos reemplace, sino que con su programación nos haga creer que es un humano y nos convenza de lo que quiera; término conocido como deepfakes.
No creo que la IA logre imitar nuestras emociones ycreo que esa es nuestra principal herramienta de diferenciación. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la emocionalidad humana puede ser un arma de doble filo. Las emociones pueden ser manipuladas y explotadas, y pueden ser utilizadas para crear prejuicios y discriminación. Por lo tanto, es importante utilizar la emocionalidad de manera responsable y ética para garantizar que se utilice como una herramienta positiva en lugar de una amenaza. Con lo cual, nuevamente, nos amenazan las deepfakes.
Escenarios apocalípticos en el que la IA acaba con la humanidad
Sé que es un tema muy filosófico y existencial, y es difícil tener una respuesta ante esta gran preocupación. Por eso mi análisis se basa en lo que he visto hasta ahora, en lo que conozco y en todo lo que estoy estudiando y creo que es cierto.
Claramente no soy la primera ni la última en pensar en esto. Sin ir más lejos, en 1999 los hermanos Wachowski revelaban algo de esto en la famosísima película «The Matrix».
En este film, Neo es el elegido para salvar a la humanidad frente a las máquinas, y para hacerlo utiliza habilidades cognitivas como el pensamiento crítico cuestionando la realidad, la imaginación y creatividad para visualizar nuevas posibilidades y soluciones a los problemas que enfrenta. Utiliza la intuición y su capacidad de sentir y conectar con los demás para entender las motivaciones y emociones de los personajes a su alrededor. Y por último, aplica la resiliensia para superar sus propias limitaciones y creencias autoimpuestas para alcanzar su potencial y liderar a la humanidad hacia la libertad y la emancipación de la Matrix.
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¿Por qué la espiritualidad es importante para la perpetuidad humana?
La espiritualidad no está necesariamente ligada a una religión específica, sino que se trata de una dimensión más amplia de la vida que tiene que ver con la conexión con uno mismo, con los demás y con algo más grande que uno mismo.
Creo que la espiritualidad es importante para la perpetuidad humana ya que puede ayudarnos a desarrollar una comprensión más profunda de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo. A través de la espiritualidad, podemos cultivar la empatía, la compasión y la conexión con los demás seres humanos, lo que nos permite trabajar juntos para superar los desafíos que enfrentamos como especie.
Además, la espiritualidad nos ayuda a desarrollar una perspectiva más amplia y profunda de la vida y la realidad, lo que nos permite reflexionar sobre las implicaciones más amplias de nuestras acciones y decisiones. Esto es especialmente importante a medida que avanzamos en la era de la IA y nos enfrentamos a decisiones cada vez más complejas y de gran alcance sobre cómo utilizamos la tecnología y cómo se la acercamos a nuestros hijos.
También creo que puede ayudarnos a desarrollar la resiliencia y la capacidad de adaptación necesarias para enfrentar los cambios y desafíos que surgen a medida que la tecnología avanza y transforma la sociedad. Al cultivar la conexión con algo más grande que nosotros mismos, podemos encontrar la fortaleza y el sentido de propósito necesarios para enfrentar los desafíos y superar las dificultades.
Nuestra responsabilidad para salvaguardar la humanidad frente a la IA
Tenemos una gran responsabilidad con nuestros hijos y el futuro de la humanidad. Es importante dejarles un legado de valores y habilidades que les permitan enfrentar los desafíos que se presenten en el futuro. Los valores de empatía, flexibilidad y resiliencia son especialmente importantes, ya que les permitirán adaptarse a un mundo en constante cambio y conectarse con los demás de manera significativa.
La IA es tan buena como su base de datos, y los seres humanos, tanto como los valores con los que nos programamos.
Además, en la era de la tecnología y la inteligencia artificial, también es importante inculcar en nuestros hijos el pensamiento crítico y la habilidad para discernir información confiable de la información falsa o manipulada. Debemos enseñarles a ser conscientes de la tecnología y cómo pueden utilizarla para mejorar sus vidas, en lugar de depender demasiado de ella.
En definitiva, creo que nuestra responsabilidad como padres y educadores es ayudar a nuestros hijos a desarrollar su potencial como seres humanos y prepararlos para enfrentar los desafíos del futuro de manera positiva y constructiva. Con los valores y habilidades adecuados, podemos ayudar a nuestros hijos a perpetuar al ser humano y contribuir a un mundo mejor para todos.
Cultivar la espiritualidad y la emocionalidad en la crianza de nuestros hijos para salvaguardar la raza humana
Creo firmemente que las personas que cultivemos la espiritualidad y la emocionalidad tendremos una ventaja en la capacidad de salvaguardar la raza humana frente al avance de la IA. La razón de esto es que la conexión con algo más grande que uno mismo y la capacidad de conectarse con las emociones y necesidades de los demás pueden ayudarnos a tomar decisiones sabias y consideradas que tengan en cuenta las implicaciones a largo plazo.
La IA es una tecnología poderosa y en constante evolución que está transformando rápidamente muchos aspectos de la sociedad. A medida que la tecnología avanza, es importante que nos mantengamos conectados con los valores y con una comprensión profunda de lo que significa ser humano. Al hacerlo, tomaremos decisiones y accionaremos con una comprensión más profunda y una perspectiva que tenga en cuenta no solo los intereses inmediatos, sino también las necesidades y el bienestar a largo plazo de la sociedad en general.
Por lo tanto, es posible que cultivando la conexión con la espiritualidad y la emocionalidad en la crianza de nuestros hijos, los estemos preparando mejor para enfrentar los desafíos que surgen a medida que avanzamos en la era de la IA.
Nota dedicada a Florencia Vanin, mi guía espiritual y constante apoyo en mi desarrollo personal, con quien hemos discutido innumerables veces el futuro de la humanidad, la guerra nuclear, la invasión extraterrestre y la IA como acontecimientos existenciales.