Herramientas para reafirmar, ampliar o cambiar tus opiniones. Adoptar una mentalidad positiva, empática y comprensiva para enfrentar los desafíos de la vida con una actitud optimista y constructiva. Afrontar la vida con una actitud enfocada en el crecimiento personal y el bienestar de nuestra familia.
Viajar ha sido tradicionalmente visto como una forma de ocio, una oportunidad para escapar de la rutina diaria y disfrutar de nuevos paisajes. Sin embargo, en mi experiencia, viajar va mucho más allá del turismo. Es una herramienta evolutiva que nos abre la mente, fomenta nuestro crecimiento y nos permite aprender durante toda la vida. Creo que viajar es una experiencia transformadora y esencial para todos, pero por sobre todo, para los niños que están formando su idea del mundo.
Abrir la mente a nuevas perspectivas
Cada vez que viajamos, nos encontramos con culturas, costumbres y formas de vida diferentes a las nuestras. Estas experiencias nos invitan a cuestionar nuestras creencias y a expandir nuestra visión del mundo. Al interactuar con personas de diversos orígenes, aprendemos a valorar la diversidad y a entender que hay múltiples formas de vivir y experimentar la vida. Esta apertura mental es fundamental para el desarrollo personal y nos ayuda a ser más empáticos y tolerantes.
Aprendizaje continuo a cualquier edad
Viajar es una forma de aprendizaje que no tiene límites de edad. Desde los más pequeños hasta los adultos mayores, cada viaje ofrece oportunidades únicas para adquirir conocimientos. Los niños aprenden sobre geografía, historia y cultura de manera práctica y entretenida. Por otro lado, los adultos pueden descubrir nuevas pasiones, habilidades y un renovado sentido de propósito. Cada viaje se convierte en una lección de vida que enriquece nuestra perspectiva y nos impulsa a seguir explorando.
Crecimiento personal a través de los desafíos
Los viajes a menudo nos enfrentan a situaciones inesperadas y desafíos que ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación. Desde perder el rumbo en una ciudad desconocida hasta lidiar con barreras idiomáticas, cada obstáculo que superamos nos enseña habilidades valiosas, como la resiliencia y la creatividad. Estas experiencias fortalecen nuestro carácter y nos permiten crecer como individuos.
Conexiones significativas y experiencias memorables
Viajar en familia crea momentos inolvidables que fortalecen los lazos afectivos. Compartir aventuras, descubrir nuevos lugares y vivir experiencias juntos fomenta un sentido de comunidad y pertenencia. Estas conexiones son esenciales para nuestro bienestar emocional y contribuyen a nuestro crecimiento personal. Las historias que recolectamos a lo largo de nuestros viajes se convierten en tesoros que llevamos con nosotros para siempre.
Reencuentro con la naturaleza y lo humano
Viajar nos ofrece la oportunidad de reconectar con la naturaleza y con la humanidad. Ya sea explorando montañas, caminando por playas vírgenes o interactuando con comunidades locales, estas experiencias nos recuerdan nuestra conexión con el mundo que nos rodea. Al sumergirnos en la belleza de la naturaleza y en la calidez de las relaciones humanas, nos damos cuenta de lo que realmente importa en la vida. Es una experiencia que puede darle a los niños algo que la tecnología no les da.
Viajar como experiencia evolutiva
Viajar es más que turismo, es una experiencia evolutiva, Porque va mucho más allá que simplemente visitar lugares; es una experiencia evolutiva que enriquece nuestras vidas de maneras invaluables. Nos ayuda a abrir la mente, aprender en cada etapa de la vida y crecer a través de los desafíos. A medida que continuamos explorando el mundo, nos damos cuenta de que cada viaje es una oportunidad para conocernos mejor y descubrir el potencial que llevamos dentro.
Así que la próxima vez que planifiques un viaje, recuerda que no se trata solo de turismo. Se trata de vivir una aventura que transformará tu vida y la de tus hijos. ¡Viaja más, estrésate menos y sigue aprendiendo durante toda la vida!
¿Necesitas ayuda?
Si te animas a viajar y quieres empezar a poner en práctica esta filosofía te invito a que te apuntes al Mini Curso Gratuito de 5 días «El Arte de Viajar en Familia«, un curso donde abarcaremos todo los desafíos comunes que nos agobian antes viajar en familia. Te daré herramientas para superar los miedos y mantener una mentalidad de viaje positiva. Te enseñaré a viajar creando una experiencia evolutiva llena de recuerdos inolvidables.
Si quieres delegar la planificación de un viaje, me encantaría ayudarte de manera práctica. Ya sea que:
👉🏼 Quieres realizar tu primer viaje familiar. 👉🏼 Estas pensando en un viaje en familia desde cero. 👉🏼 Quieres reconectar con los viajes ahora que tienes hijos. 👉🏼 O querer viajar más que nunca.
Te acompaño como coach de viajes en familia. Tú sueñas la aventura, yo la hago realidad y tú la disfrutas al máximo.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/10/viajar-evolucionar-ninos-familia.jpg493678Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-10-18 14:36:092024-10-18 14:37:52Viajar es más que turismo: una experiencia evolutiva
El slow travel, o «viaje lento,» es un enfoque del turismo que promueve la inmersión profunda en los lugares que se visitan, en lugar de apresurarse por ver tantas atracciones como sea posible. Y luego de 6 años de estar viajando en familia, puedo asegurarles que es la solución para viajar con niños y disfrutar de la experiencia.
Este concepto, que se inspira en el movimiento slow food, busca fomentar experiencias auténticas y sostenibles, valorando la calidad sobre la cantidad. Pero por sobre todo, el slow travel se convierte en una herramienta invaluable para facilitar una experiencia de viaje más rica y satisfactoria para toda la familia planteándose como la solución para viajar con niños.
Principios del Slow Travel
Inmersión Cultural: El slow travel invita a los viajeros a conectar con la cultura local, interactuando con los habitantes y aprendiendo sobre sus costumbres y tradiciones. Esto puede incluir participar en festivales locales, clases de cocina o talleres de artesanía.
Tiempo y Reflexión: Este enfoque promueve la desaceleración. En lugar de hacer itinerarios apretados, los viajeros dedican más tiempo a explorar un solo lugar, permitiendo que se produzcan descubrimientos inesperados. Este espacio para la reflexión enriquece la experiencia y ofrece una mayor apreciación por el entorno.
Sostenibilidad: El slow travel se alinea con prácticas de turismo responsable. Al elegir medios de transporte menos contaminantes, alojamientos sostenibles y consumir productos locales, los viajeros contribuyen a la economía local y minimizan su impacto ambiental.
Conexión con la Naturaleza: Este estilo de viaje a menudo incluye actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo o camping, permitiendo a los viajeros disfrutar de la belleza natural de los destinos que visitan.
Beneficios del Slow Travel
Experiencias Memorable: Al tomarse el tiempo para disfrutar de cada lugar, los viajeros pueden crear recuerdos más significativos y profundos.
Reducción del Estrés: La presión de cumplir con un itinerario ajustado puede ser abrumadora. El slow travel ofrece una forma más relajada y placentera de viajar, fomentando el bienestar mental.
Conexiones Reales: Al interactuar con las comunidades locales y conocer a otras personas en el camino, los viajeros pueden formar lazos significativos que enriquecen su experiencia.
Permitir que los niños (y madres / padres) visfruten el viaje
Al viajar con niños, es esencial reconocer que ellos tienen necesidades específicas que requieren pausas frecuentes. Hacer paradas para dormir, jugar, mirar y tocar no solo es vital para su comodidad, sino que también enriquece la experiencia de viaje. Los niños necesitan tiempo para descansar y recargar energías, y estas pausas les permiten disfrutar plenamente de su entorno.
Si vamos apurados, sin dejar a los niños estos tiempos necesarios, el viaje se termina convirtiendo en un estrés en el que todos terminamos agotados.
Las paradas para jugar ofrecen oportunidades para que los niños se expresen y se diviertan, mientras que detenerse a observar y tocar les permite interactuar con el mundo que los rodea de manera directa y significativa. Este enfoque también fomenta la curiosidad y la exploración, permitiendo que los niños se sumerjan en su entorno y aprendan a través de experiencias sensoriales. En este contexto, el slow travel se convierte en una herramienta invaluable para facilitar una experiencia de viaje más rica y satisfactoria para toda la familia.
El slow travel representa una forma más consciente y gratificante de explorar el mundo. Al fomentar la conexión, la sostenibilidad y la reflexión, este enfoque nos ofrece la oportunidad de vivir experiencias auténticas y memorables, contribuyendo a la salud del planeta y el bienestar de nuestra familia, nuestros niños y de las comunidades locales.
Este estilo de viaje no solo transforma la forma en que exploramos el mundo, sino que también nos invita a descubrir más sobre nosotros mismos y nuestras propias historias en el camino.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/10/nino-slowtravel.jpg8691545Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-10-08 13:28:072024-10-08 13:28:08Slow Travel: la solución a viajar con niños
No podía imaginar el impacto que tendría viajar con mis hijos hasta que decidí hacerlo. Hoy quiero compartir contigo los 7 principales cambios de mentalidad que puedes esperar al pasar de ser un viajero a un viajero familiar y atreverte a llevar a tus hijos por el mundo.
Cambio de Mentalidad #1: Descubrirás los beneficios del Slow Travel
Una de las primeras cosas que notarás al convertirte en viajero familiar es que no podrás hacer tantas actividades o visitar tantos lugares como antes de tener hijos. Llevar más cosas, vestir a más personas y realizar más pausas son solo algunos de los cambios que experimentarás. La opción más segura para no sobrecargarte será planificar menos actividades y moverte a un ritmo más tranquilo. ¿Sabes lo divertido que es un bebé cansado? Nada divertido.
Antes de ser padres ya adoptábamos el Slowtravel (viajar despacio) como filosofía de viaje y de vida. Viajar despacio nos permite absorber cada lugar de manera más profunda y disfrutar de la libertad de tener tiempo para pasear por una nueva ciudad o aceptar la invitación de un nuevo amigo.
Cambio de Mentalidad #2: Reconexión con tu niño interior
La magia de un charco de lluvia, los sonidos de caminar por un bosque, la alegría de deslizarte por dunas de arena. Volverás a despertar la curiosidad que tenías de niño. Al convertirte en un viajero familiar, te permitirás vagar, sorprenderte y reírte de las cosas más simples.
También notarás que te vuelves más accesible, ya que a la gente le encanta ver niños viajando. Si permites que tus experiencias se filtren a través de los ojos de tus hijos, dejarás atrás los prejuicios y abrirás tu mente y corazón a cada nueva aventura e interacción.
Cambio de Mentalidad #3: Serás más intencional con el tiempo que tienes
¿Alguna vez has sentido que el tiempo pasa más rápido desde que tienes hijos? No es una ilusión. La razón principal por la que eres más consciente del paso del tiempo es porque el crecimiento de los niños es muy evidente. Puede que no notes muchos cambios en ti mismo en una foto de hace un año, pero al mirar una foto de tus hijos verás muchas diferencias. Probablemente desees poder detener el tiempo.
Cuando viajas con tus hijos, querrás atesorar cada momento, porque sabes que será único. Puedes regresar a un lugar en el futuro, pero tus pequeños nunca volverán a ser tan pequeños como ahora.
Cambio de Mentalidad #4: Querrás conectar con otras familias viajeras
Ahora tienes algo extraordinario en común: has decidido aceptar vuelos largos, lidiar con berrinches internacionales y explorar el mundo juntos. Compartir esas experiencias con otras familias será muy gratificante. Aprenderás de sus mejores consejos, compartirás anécdotas y discutirás destinos hermosos, además de que será una gran oportunidad para que tus hijos interactúen con otros niños viajeros.
Es probable que encuentres tantas cosas en común que se conviertan en amigos y, quién sabe, ¡quizás planifiquen nuevos viajes juntos en el futuro! Conectar con familias que comparten tus metas enriquecerá tu vida viajera.
Cambio de Mentalidad #5: El mundo como escuela
Permitirás que los viajes sean uno de los grandes maestros de vida para tus hijos. No solo por lo que aprenden durante los viajes (como a jugar el Chinlone, deporte tradicional de Birmania, la historia Vikinga en Dinamarca o la geografía de los fiordos Noruegos), sino también por la inteligencia emocional y las cualidades que desarrollarán.
Al comenzar a viajar con tus hijos, los expondrás a diferentes colores de piel, lenguas, religiones, medios de transporte, climas… ¡todo! Aprenderán a ser flexibles, tolerantes, amables, respetuosos, curiosos y agradecidos. Cada viaje que agregues a sus vidas les proporcionará lecciones que llevarán consigo para siempre.
Cambio de Mentalidad #6: Las experiencias de viaje tendrán más valor que los regalos materiales.
Comenzarás a notar los efectos duraderos y beneficios de tus viajes, lo que te llevará a preferir invertir en experiencias en lugar de cosas materiales. Aunque sé el valor de compartir regalos con mis hijos, he aprendido a ser muy selectiva y minimalista, ya que la felicidad que sienten por un nuevo juguete es efímera.
Con los viajes es diferente. Al realizar viajes familiares, verás que las memorias que traes contigo son invaluables. Aunque tus hijos pueden no registrar esos recuerdos de la misma manera que tú, estoy segura de que durarán más que cualquier regalo material.
Cambio de Mentalidad #7: Ningún destino parecerá imposible como viajero familiar
Te lo aseguro: solo necesitas un viaje. Esa primera aventura lo cambiará todo. Tal vez sea una escapada de fin de semana cerca de casa, pero será suficiente para que salgas de tu zona de confort. A partir de ahí, seguirás ampliando tus horizontes. Quizás te atrevas a tomar ese primer vuelo internacional.
Cuando comiences a viajar, ya notarás varios cambios de mentalidad en ti. Como viajeros, sabemos cuánto puede cambiar y abrir nuestras mentes el viajar. Al pasar de ser viajero a viajero familiar, experimentarás un nuevo conjunto de cambios de mentalidad, sintiéndose los padres/madres más afortunados del mundo.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/10/de-viajero-a-viajero-en-familia.jpg460629Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-10-07 15:10:462024-10-07 15:10:477 Cambios de mentalidad al pasar de viajero a viajero familiar
Hoy quiero invitarte a un viaje que no requiere moverte de donde estás ni pasar por controles de seguridad. Es un viaje al momento presente, ese espacio sagrado donde se encuentra la verdadera esencia de la vida. En este viaje descubrirás la importancia que tiene vivir el presente para disfrutar tu vida personal y aprovechar el tiempo junto a tus hijos.
Séneca me hizo reflexionar con su cuando escribió: «Es probable que algunos problemas nos sucedan; pero no es un hecho presente. ¿Cuántas veces ha sucedido lo inesperado? ¿Cuántas veces lo esperado nunca ha sucedido? Y aunque esté destinado a ser, ¿De qué sirve salir al encuentro de tu sufrimiento? Sufrirás lo suficiente cuando llegue.»
Puede que mañana llueva, pero eso no significa que tengas que mojarte por adelantado. Puedes disfrutar del sol hoy, mientras entras la ropa tendida por si acaso.
Nuestra mente gasta alrededor del 70% de su tiempo reproduciendo memorias y creando escenarios de “momentos”. Nuestra mente dualista nos empuja constantemente hacia el pasado o hacia el futuro, y en este vaivén, a menudo dejamos de prestar atención a lo que está sucediendo en este preciso instante, el único lugar donde realmente vivimos.
Cuando nos abrimos al momento presente, superamos esos límites mentales. Es como si levantáramos un velo que nos había estado cegando y descubriéramos un mundo lleno de maravillas que siempre ha estado ahí, esperando ser descubierto.
Pero, ¿Cómo lograr esto en medio del ruido y la distracción constante?
Vivir el presente sin condiciones
Has dicho alguna vez: “seré feliz cuando me jubile”, “será todo mejor cuando mi hijo deje los pañales” o “cuando mis hijos sean independientes seré más feliz”. Muchas personas ponen condiciones a su felicidad. Esto es un gran error.
Nunca debemos pensar en la felicidad como una meta, cuando puede perfectamente estar en todo el camino. El secreto de la felicidad consiste en abrir los ojos a todas esas cosas que suceden en nuestro presente, en el ahora
¿Crees que nunca pasa nada bueno o interesante? No es que nunca pase nada, es que no pones foco ni atención a lo maravilloso del presente. ¿Conoces la teoría del coche rojo? te invito a descubrirla como estrategia para aprovechar las oportunidades del presente.
Tres reflexiones para disfrutar y vivir el presente en familia
MEMENTO MORI: RECUERDA QUE VAS A MORIR
Todos somos conscientes de que no vamos a vivir para siempre, pero en la sociedad en la que vivimos es todavía difícil hablar de la propia muerte.
Nos cuesta comprender que dejaremos de existir algún día, y que mientras tanto, todo seguirá su curso como lo hacía antes de que naciéramos.
Lo mismo sucede con nuestros hijos. Un día crecerán. No serán pequeños para siempre. Ya no buscarán nuestros abrazos ni consuelo. No pedirán su beso de buenas noches o un libro más antes de dormir. Un día irán solos al colegio y no nos llevarán cogidos a su mano.
Cada minuto “muerto” no es solo un minuto que no vas a volver a recuperar, además te está acercando más a tu propia muerte. Cada vez que el reloj da la hora nos recuerda que estamos más cerca del último minuto de algo.
El momento más valioso que tenemos es ahora, el presente. Es lo único que tienes, no lo desperdicies.
HAZLO AHORA
Nos quejamos de que nuestros días son pocos, pero actuamos como si fueran infinitos. DijoSéneca.
En muchas ocasiones es la pereza la que nos gana la batalla postergando indefinidamente las tareas. Siempre habrá una buena excusa para no hacer lo que debemos hacer. “Es muy difícil”, “No tengo ganas”, “Es demasiado tiempo”.
Séneca era bastante claro en este aspecto, esperar solo puede aumentar la posibilidad de que no haya un mañana en el que posponer las tareas.
¿Qué va a pasar? Tú no tienes tiempo para nada y la vida corre, entretanto llega la muerte y para ella, quieras o no quieras, vas a tener todo el tiempo del mundo.
Lo que tengas que hacer, hazlo ahora.
Reflexionemos con este video de Sanctuary “Si volviera a ser una mujer joven…pasaría más tiempo siendo, no haciendo”
INVERSIÓN EN VIDA
Henry David Thoreau dijo “El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que ofreces a cambio”.
Cuando dedicamos nuestra atención y esfuerzos a algo, estamos ofreciendo una parte de nuestra vida a cambio. Este «precio» es el tiempo que podríamos haber utilizado de otra manera.
Así, si constantemente postergamos las cosas o nos preocupamos por el futuro, estamos pagando con nuestro presente, perdiendo la oportunidad de vivir y disfrutar el ahora. Cada elección y acción requiere una inversión de nuestra vida, y vivir el momento presente nos ayuda a hacer que esa inversión sea significativa y gratificante.
3 ejercicios para vivir el presente
RESPIRACIÓN
Un método sencillo y poderoso es centrarnos en la respiración. Este acto tan básico y esencial, ocurre en el presente. Observarla, sentirla, seguirla, nos ancla al ahora y nos conecta con la esencia de la vida.
Durante los próximos días, dedica unos minutos cada día a sentarte en un lugar tranquilo. Cierra los ojos y simplemente observa tu respiración. Siente cómo entra y sale el aire, cómo tu pecho se eleva y desciende. Si te encuentras divagando, simplemente regresa con amabilidad y con firmeza a tu respiración. Es un pequeño ejercicio que puede tener un profundo impacto en tu vida.
OPTIMIZAR EL TIEMPO
No importa por dónde lo mires, un día tiene 24 horas y no se puede alargar más. El tiempo es un recurso finito y solo depende de ti que aprendas a aprovecharlo al máximo. Administrar nuestras horas con sabiduría nos permite crear riqueza, crear relaciones saludables, adquirir nuevos talentos y habilidades, expandir nuestro conocimiento… Por el contrario, el despilfarro del mismo se convierte en un obstáculo insuperable entre nosotros y nuestro deseo de cumplir nuestras metas.
VIAJAR
Cuando nos encontramos en un entorno nuevo y emocionante, nuestro enfoque tiende a estar más dirigido al presente. La sensación de estar inmersos en un lugar desconocido nos impulsa a estar atentos a cada detalle, saborear la comida, maravillarnos con los paisajes, escuchar nuevos sonidos y conectarnos de manera más profunda con las personas que nos cruzamos. Viajando nos alejamos de nuestra rutina habitual y podemos apreciar las maravillas del presente de una manera única y enriquecedora.
También, saber que un viaje se termina, nos obliga a comprender lo efímero que es el tiempo.
Mindfulness en la Infancia. De niños conscientes a adultos resilientes.
En este mundo en que vivimos, al igual que los adultos, los niños se distraen fácilmente y, con frecuencia, no son conscientes de sus circunstancias. Sin embargo, hay muchas maneras de enseñarles a ser más conscientes a través de ejercicios y juegos, que se ajusten a la edad y sus necesidades, desde niños en edad preescolar hasta adolescentes. También hay numerosas meditaciones guiadas, ejercicios de atención y libros de mindfulness infantil. Os invito a investigar la técnica que mejor se adecue a sus circunstancias. En mi libro El mundo como escuela. Hábitos viajeros para criar niños felices comparto mis elegidas en donde involucro, claramente, los viajes y la naturaleza como aliados.
Recuerda, en algún lugar del mundo alguien está luchando por conseguir lo que tú tienes. Agradece disfrutándolo que te ha dado la vida hoy. Abre tu corazón a todas esas bendiciones y deja que la felicidad fluya en tu vida, simplemente por que puedes ver, sonreír, tocar, simplemente porque estás vivo y entonces, realmente será el mejor día de tu vida.
La vida está llena de maravillas esperando ser descubiertas. A veces, todo lo que necesitamos hacer es detenernos, respirar y abrir los ojos al presente.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/06/disfrutar-el-presente.jpg621636Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-06-05 13:02:482024-06-05 13:04:16La importancia de vivir el presente
El «slow life» o “Slow Living” es un movimiento cultural internacional que promueve un estilo de vida desacelerado y enfocado en el momento presente. En este artículo veremos en qué consiste el movimiento Slow Life y te daré 10 tips para ponerlos en práctica.
En la actualidad, especialmente en la cultura occidental, es común que llevemos un ritmo de vida acelerado y automático, con un exceso de obligaciones y una constante inmediatez. Frente a esta realidad, surgen movimientos como el slow life, que promueven un estilo de vida más lento y relajado.
Esta filosofía sostiene que la clave para la felicidad y el bienestar radica en priorizar hábitos que fomenten un equilibrio entre cuerpo y mente, así como el desarrollo integral de la persona. Ejemplos incluyen pasar más tiempo con seres queridos, realizar ejercicio físico y mental, disfrutar de viajes relajantes y dedicar tiempo al descanso.
Profundicemos en este concepto.
¿Qué es el slow life?
El slow life en español se traduce como “vida lenta” y se refiere a una corriente o movimiento cultural internacional que promueve un estilo de vida desacelerado. Se priorizan aspectos fundamentales cotidianos, como el descanso, la comunicación, la alimentación, el aquí y el ahora y las relaciones personales.
Ahora bien, el movimiento slow no significa ser vago o trabajar poco. Sino que implica tomarse la vida de otra manera, dejando de lado la prisa que domina nuestro día a día y disfrutando da cada acción, de cada momento y de cada persona.
¿Cómo surgió este movimiento?
Si bien parece que el término Slow living es una moda de nuestros tiempos, hace varias décadas que se viene divulgando y poniendo en práctica entre las personas.
La tendencia “slow” o “lento” se originó en el país de la pasta y la pizza a finales de la década de los 80. Fue acuñado por el movimiento Slow Food, que surgió en una ciudad de Italia como reacción al crecimiento de la cultura norteamericana del fast food y a la falta de aprecio por la comida local y tradicional.
Cuando quisieron instalar una cadena de comida rápida en la plaza de la ciudad, los ciudadanos no sólo estaban molestos con la pérdida de la identidad del casco antiguo, sino también por la pérdida de sus tradiciones.
Preparar la comida con productos regionales especialmente seleccionados, a cocción lenta, sorprender al comensal con la presentación y los sabores, beber un buen vino y tener una larga sobremesa conversando con quienes te acompañan era como debía ser.
Desde su fundación, el movimiento slow food ha ganado cada vez más seguidores y hoy cuenta con miles de adeptos en todo el mundo. Además, poco después de su creación, el concepto slow se extendió a otros campos, como el trabajo, el turismo, la educación, el sexo y la moda.
El slow life es una excelente forma de disfrutar más de la vida y alejarnos del estrés. Pero aplicarlo puede ser todo un reto, pues estamos muy acostumbrados a los ritmos acelerados y a la sobrecarga de obligaciones.
Toda una vida de condicionamiento cultural nos ha inculcado que más es mejor, y nos llevó a creer que un calendario completo equivale a una vida plena. El tiempo se ha convertido en una obsesión, poniendo prisas incluso a las tareas más sencillas, dedicando esfuerzos continuos por hacer varias cosas a la vez y quitarle importancia al descanso. Hemos llegado a creer que decir automáticamente “sí” gana más amigos que admitir que a veces lo que realmente necesitamos es tiempo y espacio; que nuestro cuerpo y alma necesitan decir “no”.
SLOW LIFE es detenerse para avanzar, que es lo contrario a correr sin llegar.
1. Ser consciente del momento presente
Como ya dijimos, el slow life no es sinónimo de falta de actividad, por lo que no debe entenderse como ociosidad o pereza. De hecho, este movimiento no se refiere a hacer lo mismo, pero más lento.
Se relaciona más con la toma de consciencia del ahora, concentrando nuestra mente en lo que hacemos en cada momento, sin la injerencia de pensamientos sobre el pasado o el futuro.
Una de las técnicas más efectivas para aprender a enfocarnos en el momento presente es el mindfulness. Si añades esta práctica a tu rutina diaria, empezarás a notar cambios en tu forma de percibir y valorar cada momento.
2. Disfrutar de la naturaleza
Viajar me acercó a la naturaleza de una manera que nunca podría haber imaginado. Me enseñó a encontrar belleza en las cosas más simples, a comprender nuestro papel en su preservación y hasta se ha convertido en el mejor remedio cada vez que necesito ordenar mis pensamientos y recuperar la serenidad. La naturaleza se ha vuelto un hábito en mi vida y un factor clave en la crianza de mis hijos.
Entrar en contacto con la naturaleza nos brinda la oportunidad de reducir el ritmo frenético de la vida cotidiana y admirar su grandiosidad. Numerosos estudios respaldan el hecho de que los entornos naturales promueven nuestro bienestar integral.
Sin embargo, no es necesario abandonar la vida urbana y trasladarse al campo para disfrutar de la naturaleza. Podemos conectarnos con ella simplemente caminando por los espacios verdes de nuestra ciudad o ejercitándonos en entornos naturales cercanos. Estas actividades nos permiten desconectar del estrés diario y encontrar un momento de calma y reflexión, renovando nuestra energía y mejorando nuestra calidad de vida.
No olvides disfrutar de los ruidos blancos de la naturaleza.
3. Disfrutar de lo cotidiano
Si últimamente te sientes como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, y solo piensas que “llegas tarde a todo” es posible que este sea el toque de atención que necesitas. Procura pensar en esas pequeñas cosas del día a día que te traen felicidad y prestarles atención aunque sea por unos minutos. Esto no tiene por qué influir en tu rutina diaria, pero en lugar de activar el modo automático, intenta centrar tus pensamientos en disfrutar el momento.
4. Minimalismo y simpleza
Tras suficiente tiempo en la ruta, como viajera me he dado cuenta de que el lujo no es una cena gourmet, sino simplemente una comida caliente y preparada con amor; de que una ducha caliente es mucho más necesaria que cualquier ropa de marca, y de que esas piscinas que tan bien se ven en Instagram, poco se comparan con una playa para mi sola.
El consumismo nos hace creer que necesitamos determinados productos para poder ser felices. Cuando en realidad requerimos de pocas cosas materiales para alcanzar ese estado. Así que, para desarrollar una vida slow o Slow Life, debemos conocernos, analizar nuestra vida y pensar en qué es lo que realmente necesitamos para ser felices.
Prescindir de lo innecesario en un mundo cada vez más consumista y fomentar la capacidad de relegar ciertas cosas materiales es una habilidad importante tanto para nosotros los padres como para nuestros hijos, futuros adultos. Aprender a priorizar y apegarse a las cosas que son realmente importantes, nos ayuda a desarrollar una mentalidad más sencilla, sostenible y consciente.
5. Usar la tecnología para facilitarnos la vida
En 2011, viajé durante un año alrededor de Nueva Zelanda. En los primeros 3 meses (hasta que me compré una notebook), lo hice sin GPS, sin teléfono inteligente, sin computadora portátil y, de hecho, sin nada que pudiera conectarse a WiFi. Personalmente, no me pareció nada muy destacable. Hoy me parece imposible.
Es innegable que la tecnología ha tenido un profundo impacto en nuestro día a día. En los últimos 30 años han ocurrido cambios tan significativos que transformaron la forma en que planificamos, experimentamos, educamos y documentamos la vida misma.
El movimiento slow life no está en contra de la tecnología. Al contrario, promueve su uso, siempre y cuando nos ayude a llevar una vida más plena, feliz y sostenible. Lo ideal es que recurramos a ellas como medio o herramienta, en lugar de un fin en sí misma.
Los niños y niñas no juegan para aprender, pero aprenden jugando
Jean Piaget
Los juegos digitales bien diseñados pueden proporcionar experiencias interactivas y educativas que estimulen el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y otras habilidades cognitivas. Sin embargo, debería ser una herramienta complementaria y no reemplazar otras vivencias del mundo real.
6. Equilibrar estrés con relajación
Desvincularse de las obligaciones puede es imposible. Sin embargo, podemos contrarrestar los períodos de trabajo intenso y el exceso de responsabilidades reservando tiempo para actividades que fomenten la relajación y el bienestar.
Por ejemplo, salir a correr, practicar yoga, sumergirse en la lectura, explorar la creatividad o simplemente dar un paseo. Lo crucial es buscar pasatiempos que nos inviten conectarnos con nosotros mismos y a reflexionar. Estas actividades no solo nos ayudan a recargar energías, sino que también promueven un equilibrio mental y emocional indispensable para enfrentar los desafíos cotidianos con mayor claridad y serenidad.
7. Liberar la agenda
Viajando aprendí que dejar lugar a la flexibilidad y liberar un poco mi agenda me permite conectar con el mundo y conmigo misma de una manera más profunda, dando espacio para la sorpresa y la maravilla que solo puede surgir cuando estamos abiertos a lo desconocido o inesperado.
Con mis hijos me enfrenté a desafíos similares. Temía que, si no los estimulaba constantemente se aburrieran, olvidando que el aburrimiento también es parte del crecimiento y desarrollo. Llegué a creer en que una excelente preparación académica les aseguraría un futuro profesional exitoso así que comencé a planificar una agenda sobrecargada con todo tipo de actividades para garantizarles una formación lo más completa posible.
Con el tiempo entendí que exigir a los niños más de lo que son capaces de dar y proyectar en ellos mis propias expectativas, provoca infelicidad, estrés y ansiedad y no nos permite disfrutar de la vida y el tiempo juntos.
Desde que adopté un estilo de vida lento, (Slow life) entendí que el bienestar emocional y el disfrute de la vida son tan importantes como las metas académicas o profesionales.
8. Pequeñas cosas:
Es fácil caer en la desidia y olvidarnos de sonreír, de dedicarnos palabras bonitas, de darnos un beso de buenas noches o simplemente de escucharnos con atención. Dedicar tiempo a esas pequeñas cosas nos ayuda a disfrutar del momento, apreciar lo que tenemos y entender lo que verdaderamente importa.
9. Trabajar para vivir y no vivir para trabajar
Una vida más lenta no implica la vagancia, para nada. El trabajo es importante porque nos sirve para realizarnos, nos permite vivir con bienestar y nos facilita conseguir nuestros proyectos vitales.
Pero que el trabajo no nos quite la salud. Es complicado, ya que vivimos en una crisis global y necesitamos el dinero, pero siempre que podamos debemos descansar del trabajo.
10. Prioriza lo que realmente importa
Este es mi tip favorito sobre la vida lenta. Eliminar lo que no es esencial para dar espacio a lo que importa en la vida.
Puede que seas de las que piensan que no tienes tiempo ¡ni siquiera para un respiro y relajarte! Y si piensas esto tal vez tus prioridades no esté alineada con tus valores.
Por ejemplo, tal vez para ti es prioritaria la familia. Pero hace mucho tiempo que no pasas tiempo de calidad con ella para dedicar tiempo a otra cosa, como el trabajo. O tal vez tu prioridad en la vida es estar tranquila pero antepones momentos que te causan estrés y de saturación de tareas antes que tener tiempo para tu tranquilidad y hacer lo que te gusta.
Slow Life nos enfoca en priorizar nuestro tiempo en lo que de verdad nos importa a cada uno, dejando otros temas como secundarios y haciéndonos sentir en equilibrio y que estamos viviendo significativamente.
Slow parenting Crianza Lenta
Ante la demanda generalizada de “perfección” en las sociedades occidentales, buscamos constantemente tener “la casa perfecta”, “el empleo perfecto”, “el coche perfecto”, “el cuerpo perfecto”, y no pueden faltar “los niños perfectos”. Esto además responde a las nuevas necesidades generadas por la globalización, en donde competir es la forma de responder ante las crisis y la incertidumbre laboral y donde la velocidad es sinónimo de éxito.
Si bien no hay una escuela teórica, la modalidad de crianza Slow parenting está formada por conceptos y nociones del ámbito pediátrico, cultural, social y educativo.
Que sea lento no significa pasivo, todo lo contrario, es enfocarse en bajar la velocidad del ritmo de vida, es detenerse a observar, a valorar el aquí y el ahora como momento único. Es una filosofía de vida que enfatiza la importancia del juego, del acceso a la naturaleza e intenta que la tecnología esté al servicio del aprendizaje y de lo lúdico.
He dedicado un capítulo completo al Slow parenting en mi libro EL MUNDO COMO ESCUELA en donde profundizo en este concepto como un hábito de crianza.
Slow life: ¿una forma de ser más feliz?
Quienes practican este estilo de vida afirman que sí, que el slow life los ha ayudado a ser más felices. Pues requiere ponerle un freno a la vida, reajustar y seguir avanzando con las ideas y los objetivos mucho más claros.
Por tanto, si quieres sentirte más pleno, aplicar el movimiento slow sería un buen punto de partida. ¿Te animas?
El movimiento Slow o movimiento lento (Slow Movement) es una tendencia cultural que nos propone reducir el ritmo de vida frenético que llevamos y vivir la vida a nuestro ritmo.
Una revolución cultural contra la idea de que más rápido es mejor. La filosofía Slow no se trata de hacer todo a paso de tortuga, sino de hacer todo a la velocidad adecuada. Saborear las horas y los minutos en lugar de solo contarlos. Hacer todo lo mejor posible, en lugar de lo más rápido posible. Se trata de calidad sobre cantidad en todo, desde el trabajo hasta la comida y la crianza.
Toda una vida de condicionamiento cultural nos ha inculcado que más es mejor, y nos llevó a creer que un calendario completo equivale a una vida plena. Incluso solemos confundir “vivir intensamente” con “vivir rápidamente”.
Cómo nació el movimiento slow?
Nació a partir del movimiento Slow Food y de la protesta de Carlo Petrini en 1986 contra la apertura de un McDonald’s en la Piazza di Spagna, en Roma.
Los ciudadanos no sólo estaban molestos con la pérdida de la identidad del casco antiguo, sino también por la pérdida de sus tradiciones. Preparar la comida con productos regionales especialmente seleccionados, a cocción lenta, sorprender al comensal con la presentación y los sabores, beber un buen vino y tener una larga sobremesa era como debía ser.
Este movimiento no está organizado ni controlado por una entidad, sino que su impulso proviene de individuos que forman una comunidad global en expansión.
Así es como nace el Slow Food, que luego se trasladaría a todos los ámbitos de la vida.
Ámbitos con movimiento slow
Paternidad o Slowparenting
La paternidad slow anima a los padres a planificar menos para sus hijos, permitiéndoles explorar el mundo a su propio ritmo, en respuesta a la paternidad hiperactiva y sobreprotectora.
Cuando leí el libro de Kim John Payne, «Criar con Simplicidad«, hubo un mensaje que me impactó profundamente. Las peculiaridades normales de un niño, combinadas con el estrés del «exceso», pueden llevarlo a desarrollar trastornos. Un niño metódico puede volverse obsesivo y un niño soñador puede perder la capacidad de concentrarse.
Payne realizó un estudio en el que simplificó las vidas de niños con trastorno por déficit de atención (TDA). En tan solo cuatro meses, el 68% de los niños pasó de ser clínicamente disfuncional a funcional. Además, estos niños mostraron un aumento del 37% en sus capacidades académicas y cognitivas, un efecto que no se logra con medicamentos.
Como madres y padres, tenemos una gran oportunidad y responsabilidad de crear un ambiente en el que nuestros hijos puedan desarrollarse física, emocional y mentalmente.
La educación lenta es un movimiento pedagógico que propone desacelerar los ritmos educativos para adaptarlos a los ritmos de aprendizaje del alumnado. La educación lenta tiene en cuenta los resultados, pero también el proceso y se enmarca dentro de una forma de entender la vida. En este sentido, los ritmos de aprendizaje pueden tener vinculación con los siguientes factores: edad, madurez psicológica, motivación, preparación previa, dominio cognitivo de estrategias, uso de inteligencias múltiples, etc.
Según Joan Domènech, autor del libro «Elogio de la educación lenta», se trata de una propuesta para adecuar el tiempo escolar y el tiempo educativo no escolar a estos principios de calidad, de educación para la comprensión, etc. Se opone a una concepción cuantitativa (…) de la educación en la que mucho y rápido son sinónimos de mejor (…).
Viajar lento o Slow travel
El slow travel promueve un estilo de viaje más inmersivo, que permite desarrollar una conexión profunda con el destino, frecuentando lugares locales y descubriendo las costumbres y hábitos de las personas.
El slow living se trata de estructurar nuestras vidas en torno a lo significativo y satisfactorio, adoptando un enfoque de menos es más y buscando un bienestar holístico.
El libro «Elogio a la lentitud» de Carl Honoré explora el movimiento Slow y cómo desacelerar nuestras vidas puede mejorar nuestro bienestar y felicidad. Honoré argumenta que nuestra cultura de la velocidad constante nos lleva al estrés y a la superficialidad, mientras que adoptar un ritmo más pausado nos permite disfrutar más de la vida, ser más productivos y conectarnos mejor con nosotros mismos y con los demás. A través de ejemplos de diferentes aspectos de la vida, como la comida, el trabajo, la educación y el tiempo libre, Honoré muestra los beneficios de abrazar la lentitud y encontrar un equilibrio más saludable.
EN UN MUNDO ADICTO A LA VELOCIDAD, LA LENTITUD ES UN SUPERPODER
Carl Honoré
Arte y Slow Art Day
El Slow Art Day es un movimiento global que se lanzó oficialmente en 2009, fundado por Phil Terry. Cada año, en abril, museos y galerías de arte de todo el mundo organizan eventos que se centran en experimentar el arte de manera intencionada y lenta. La idea es observar una pintura o escultura durante 10-15 minutos y luego discutir sobre lo observado. Este enfoque busca que redescubramos el placer de mirar el arte despacio.
Envejecimiento
El envejecimiento slow es un enfoque holístico y positivo hacia el envejecimiento, promoviendo una extensión de la vida natural sin intervenciones médicas, a diferencia del sistema anti-envejecimiento comercial.
Cine
El slow cinema es un estilo cinematográfico que transmite una sensación de lentitud calculada, utilizando tomas largas, actuación minimalista y movimientos de cámara lentos o inexistentes. Este estilo se enfoca en el realismo y en resistir el movimiento y la emoción rápidos.
Cittaslow
La organización Cittaslow busca mejorar la calidad de vida en las ciudades, resistiendo la homogeneización y globalización. Lisa Servon y Sarah Pink destacan cómo las ciudades Cittaslow en España logran un desarrollo controlado y mantienen su singularidad local.
Consumo
Tim Cooper, autor de Longer Lasting Products, aboga por el «consumo lento», enfocándose en una economía sostenible en términos económicos, ambientales y sociales. Saul Griffith introdujo el «diseño de herencia», que se refiere a productos duraderos, reparables y modernizables.
Consejería
La consejería slow se basa en reducir el estrés y cultivar un enfoque más equilibrado en la vida. Desarrollada por los doctores Randy Astramovich y Wendy Hoskins, ofrece una base de bienestar para abordar la urgencia del tiempo y el estrés.
Conversación
Las Unhurried Conversations son un proceso simple donde las personas hablan sin interrupciones, utilizando un objeto para señalar quién tiene la palabra. Este método fomenta una conversación más reflexiva y considerada.
Moda
La slow fashion, un término acuñado por Kate Fletcher en 2007, se opone a la moda rápida y promueve la compra de productos artesanales, ropa de segunda mano, y prendas hechas con materiales sostenibles. Se trata de comprar menos ropa, de mejor calidad y con un estilo clásico que trascienda las tendencias.
Comida
El movimiento Slow Food se opone a la cultura de la comida rápida, promoviendo el disfrute de productos regionales y tradicionales, cultivados de manera orgánica y compartidos en buena compañía. Busca preservar y apoyar los modos de vida tradicionales.
Jardinería
La jardinería slow nos invita a disfrutar de lo que cultivamos, utilizando todos nuestros sentidos y apreciando cada temporada.
Marketing
El slow marketing es una reacción a la naturaleza «siempre activa» del marketing digital, enfocándose en la sostenibilidad y la construcción de relaciones con los clientes en lugar de resultados inmediatos.
Medios de Comunicación
Los medios y la televisión slow promueven una producción y consumo de medios sostenibles y enfocados, reduciendo la ingesta diaria de información y fomentando una reflexión más profunda.
Medicina
La medicina slow se enfoca en desarrollar una relación entre el médico y el paciente, aplicando conocimientos y tratamientos de manera reflexiva y personalizada.
Dinero
Slow Money es una organización sin fines de lucro que dirige capital hacia pequeñas empresas alimentarias, granjas orgánicas y sistemas alimentarios locales, promoviendo una relación entre los mercados de capital y el lugar.
Fotografía
La fotografía slow describe una tendencia en las artes visuales que retoma técnicas manuales, trabajando más lentamente y en constante diálogo con los materiales físicos de las imágenes.
Religión
La iglesia slow integra principios del movimiento slow en la estructura y carácter de la iglesia local, enfocándose en la ética, ecología y economía.
Ciencia
El slow science permite a los científicos tomarse el tiempo necesario para pensar y leer, en contra de la cultura de «publicar o perecer».
Tecnología
La tecnología slow enfatiza que la tecnología puede apoyar la reflexión en lugar de solo la eficiencia, promoviendo un diseño más reflexivo y crítico.
Pensamiento
El slow thinking llama a una filosofía más pausada, fomentando un diálogo más lúdico y poroso sobre el significado de la vida. Daniel Kahneman en su libro Thinking, Fast and Slow explora cómo funcionan los dos sistemas de pensamiento en nuestra mente. El Sistema 1 es rápido, intuitivo y emocional, mientras que el Sistema 2 es más lento, deliberativo y lógico. Kahneman, ganador del Premio Nobel en Economía, explica cómo estos sistemas influyen en nuestras decisiones y comportamientos. A través de numerosos estudios y ejemplos, el libro revela los sesgos y errores que afectan nuestro juicio y ofrece ideas sobre cómo tomar decisiones más racionales y conscientes.
Así que, ¿te animas a unirte a nosotros y redescubrir la vida a un ritmo más humano?
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/05/soy-sachu.jpg960639Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-05-24 09:45:462024-05-28 10:57:19Movimiento Slow: La vida a nuestro ritmo
¿El que mucho abarca poco aprieta? Todos aquellos que tenemos una curiosidad insaciable hemos enfrentado en algún momento la angustia de tener que escoger. Incluso antes de alcanzar la mayoría de edad, nos vemos obligados a elegir lo que “haremos” o “seremos” el resto de nuestras vidas. Abogados, médicos, diseñadores, Ingenieros o músicos; no podemos elegir un poco de todo porque el mundo no funciona así. Necesitamos especializarnos, ser expertos en algo, porque el que mucho abarca poco aprieta, y entonces fragmentamos nuestros intereses y elegimos potenciar solo uno de ellos, dejando todo lo demás en la melancolía del no poder hacerlo, porque necesitamos funcionar para el mundo.
Yo soy relacionista pública, diseñadora gráfica, organizadora de eventos y desarrollo páginas web. Soy cantante de ducha, escritora, lectora, viajera, aspirante a filosofa, curiosa insaciable, planificadora de viajes, fantasióloga y eterna madre aprendiz. Me paso horas modificando mi perfil de LinkedIn porque no puedo presentar un perfil único que le interese a todo el que lee.
¿Les ha pasado no poder presentarse ante alguien nuevo? Tener dudas de cómo redactar el currículo o no saber qué poner en la tarjeta personal? ¿Sabes mucho de algo o un poco de todo? En este artículo exploramos la polimatía, la “Monomatía” y cómo podemos repensar la crianza de nuestros niños para que nos vaya bien en el siglo XXI.
Polímata vs Especializados
Se le llama polímata a una persona que ha adquirido un gran conocimiento y habilidades en múltiples áreas del saber. En el siglo XV, el polímata Leonardo da Vinci, maestro, pintor, escultor, ingeniero, anatomista, arquitecto, músico, matemático, inventor y escritor dejó un legado en cada uno de estos campos, creando obras de arte icónicas como «La Mona Lisa» y «La Última Cena», así como esbozos de innovaciones técnicas que estaban siglos adelantadas a su tiempo. Su insaciable curiosidad y capacidad para integrar conocimientos de diversas áreas lo convierten en el arquetipo del polímata.
La valoración de la polimatía en la antigüedad y el cambio hacia la especialización más recientemente reflejan diferentes enfoques culturales y necesidades socioeconómicas a lo largo del tiempo.
En la antigüedad, especialmente durante períodos como el Renacimiento, se valoraba la polimatía debido a la creencia del «hombre universal» que apreciaba la conexión entre diversas disciplinas, y se creía que una mente versátil y bien educada era esencial para el progreso humano.
Sin embargo, con el avance de la ciencia y la tecnología, y el crecimiento de la complejidad en muchos campos del saber, la especialización se ha vuelto más común y necesaria. En la actualidad, el conocimiento en áreas como la medicina, la ingeniería y la informática es tan vasto que se requiere un enfoque más estrecho para adquirir una comprensión profunda y avanzar en esos campos.
Adam Smith y Alexis de Tocqueville (pensadores cuyas obras influyeron significativamente en la comprensión de la sociedad y la economía) notaron que el avance del capitalismo y la división del trabajo demasiado estrictas causaban «mutilación mental»; porque si bien aumentaba la eficiencia en la producción, reducía la creatividad y el desarrollo mental de los trabajadores. En un entorno altamente especializado, los individuos pueden perder la capacidad de ver más allá de sus roles específicos y desarrollar una comprensión más amplia del mundo. Esto puede llevar a una mentalidad estrecha y a una falta de adaptabilidad frente a desafíos que requieren una perspectiva más holística.
Por lo tanto, aunque la especialización puede ser necesaria en ciertos campos, también es importante reconocer los riesgos asociados con una excesiva fragmentación del conocimiento y la experiencia.
Polimatía: Saber un poco acerca de todo
En la actualidad la hiper-especialización está hiper-fomentada. Los más exitosos a nuestro alrededor suelen ser monómatas obsesivos: abogados especializados, filósofos especializados, científicos especializados. Y cuanto más nos especializamos, más nos diferenciamos y más dinero es probable que ganemos.
Cada vez que alguien me pregunta a qué me dedico, comienzo con: «eh…Soy Licenciada en RR.PP pero…» y me encuentro en la encrucijada de describir lo que hago. Una mezcla peculiar de habilidades técnicas, pasiones y formación teórica.
Sin embargo, durante mi experiencia en Nueva Zelanda, mientras participaba en el programa de Work and Holiday con tres títulos universitarios pero sin empleo, me lancé a buscar trabajo en bares, restaurantes, hoteles, administración o cualquier cosa que estuviera disponible. Durante las entrevistas, cuando me preguntaban por ejemplo si podía hacer café, (el Art coffee es algo muy preciado en Nueva Zelanda), en lugar de decir que no, respondía afirmativamente. Observaba atentamente a otros mientras lo preparaban y, poco a poco, ganaba habilidad en la tarea. Lo mismo ocurría en otros trabajos; al decir que sí a nuevas tareas, tenía la oportunidad de aprender y, aunque quizás no me convertía en Sam Low, en la mejor o más experta, tenía la versatilidad para desempeñarme en diversos ámbitos laborales.
El verdadero maestro no tiene herramientas en absoluto, solo una capacidad ilimitada para improvisar con lo que tiene a mano. Cuantos más campos de conocimiento cubramos, mayores serán nuestros recursos para improvisar.
Claro que no debemos menospreciar a los especialistas, cuyo conocimiento profundo impulsa avances significativos en la ciencia. En cambio, necesitamos una nueva generación de generalistas que puedan contextualizar y conectar diversas ideas dentro de un marco más amplio de conocimiento. La verdadera comprensión surge cuando podemos integrar ideas aparentemente dispares en el tejido del saber humano.
Definición de polímata
Según la Real Academia Española un Polímata es una persona con grandes conocimientos en diversas materias científicas o humanísticas.
El término polímata proviene del griego y describe a individuos como Leonardo da Vinci, Isaac Newton y, por supuesto, Thomas Jefferson, conocidos por su curiosidad ilimitada y habilidades en múltiples disciplinas. A lo largo de la historia, estos genios han sido fundamentales para el progreso humano, pero su presencia parece disminuir en la era moderna, donde la especialización es más valorada que la amplitud de conocimientos. Sin embargo, la polimatía sigue siendo relevante y necesaria, ya que los polímatas verdaderos continúan siendo fuentes de sabiduría en un mundo donde el conocimiento está fácilmente disponible pero la profundidad y el discernimiento son cada vez más escasos.
Para Robert Twigger, poeta, escritor y explorador, los humanos somos “polímatas naturales” que explotamos mejor nuestras capacidades cuando nos dedicamos a varias cosas.
Educando para el éxito en el Siglo XXI
Me pregunto qué rol juega la educación tradicional y sobre todo cómo estamos estimulando -o desestimando- a los más chicos a seguir su instinto de curiosidad y explorar distintos caminos. Si bien en los últimos años el paradigma educativo ha ido modificando algunas cuestiones centrales en la forma de concebir el aprendizaje y la transmisión de saberes, de la mano de Internet y el crecimiento del autodidactismo, todavía sufrimos el impacto de nuestro pasado culto al “monómata”.
Pero resulta que éste quizás sea el mejor momento de la historia para aprender sobre casi cualquier cosa, sumado a una creciente complejidad que demanda tanto en el mercado como en la vida la necesidad de adquirir una multiplicidad de habilidades, o mejor dicho, una mente versátil y flexible para poder aprender de todo un poco y adaptarse a lo que cada situación requiera.
Valentín Muro, creador de “cómo funcionan las cosas”, filósofo, programador, emprendedor, conferencista y escritor dice que tenemos que educar pensando en la habilidad más importante que podemos darle a nuestros hijos: la habilidad de adquirir nuevas habilidades, o como lo llamo yo: “Aprender a aprender”.
Qué deben estudiar nuestros hijos para que nos vaya bien en el siglo XXI?
Limitar a nuestros hijos al decirles que ciertos conocimientos no les servirán, es privarles de un mundo de posibilidades.
Porque ser relacionista pública no me impide ser bartender. O por ser planificadora de viajes no soy peor diseñadora. Un triatleta puede ser un buen abogado, médico o contador y un ingeniero civil puede ser un buen músico.
Nunca fue más fácil, en la historia de la humanidad, aprender como lo es ahora. En la época de Da Vinci su acceso a la información en gran parte fue posible dada su posición social. Hoy, la posibilidad de aprender lo que sea está dada por el acceso a una conexión a internet, un carnet de biblioteca y el deseo de aprender.
Claro que no propongo compararnos con Da Vinci. Tener una gran curiosidad difícilmente nos proclame polímatas. Lo que quiero decir es que los que disfrutamos leer sobre cualquier cosa y pasamos horas entre Google, Wikipedia, documentales y libros profundizando superficialmente en una temática que llamó nuestra atención nos convierte en salvaguardas de la humanidad. Porque al permitirnos explorar múltiples campos ampliamos nuestro entendimiento del mundo.
Mi esposo Franco, Ingeniero y trabajando como soldador en AustraliaIngeniero y buzo certificado PADI
El polimatismo es una idea a la que estoy bastante comprometida en la educación de los niños. No creo en la especialización excesivamente estricta. Es demasiado limitante. Por eso incentivo a mis hijos a explorar diversidad de temas y campos. Juntos descubrimos soluciones y respuestas que no habríamos descubierto si todos estuviéramos atrapados en nuestros círculos de interés y conocimiento.
Difundir esta idea puede ser un gran camino hacia la innovación.
Pero la gente necesita profesionales creíbles. Necesitan un experto, de lo contrario, ¿por qué alguien escucharía? Yo pienso: ¿Qué podrían ofrecer los fontaneros a la cardiología? ¿Qué ideas podrían aportar los físicos a las relaciones internacionales? El polimatismo es en gran medida una fuerza sin explotar en la práctica laboral y personal, pero también es el futuro de la resolución de problemas.
Por mi parte, sigo sin poder terminar mi perfil en LinkedIn. Porque abrazo y educo con una mentalidad polímata para enriquecer nuestras vidas y contribuir al progreso humano. Una mentalidad abierta que valore la diversidad de conocimientos y experiencias. Esto no solo nos permite resolver problemas de manera más efectiva, sino que también promueve un enfoque más holístico y colaborativo para abordar los desafíos del mundo actual y futuro.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/05/que-deben-estudiar-nuestros-hijoss-1.jpg697676Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-05-20 13:56:122024-05-21 10:11:36¿Cómo hacer que nos vaya bien en el siglo XXI?
Muchos estamos de acuerdo en que la educación tradicional en la escuela se ha vuelto obsoleta en muchos aspectos. Algunas alternativas educativas como el Homeschooling, Unschooling, Worldschooling y otras, aún no han demostrado ser la solución definitiva, debido principalmente a las preocupaciones por la socialización, la inserción laboral futura y la organización de los padres, entre otros aspectos. Por tanto, propongo un enfoque híbrido que combine lo mejor de ambos mundos.
Un modelo híbrido y experiencial que combina la educación formal tradicional y las experiencias del mundo real con viajes o hábitos viajeros, liderado por nosotros los padres, en colaboración con la escuela, la política y las empresas. La sinergia entre familias y entidades públicas y privadas nos permitirá extender nuestro impacto a un mayor número de familias, trabajando en conjunto para transformar el paradigma educativo del pasado hacia un enfoque más dinámico y efectivo.
En una escuela de Myanmar, hablando con los alumnos sobre nuestra vuelta al mundo (2015).
Desarrollo emocional y personal
Este enfoque busca salvaguardar el SER de los niños prevaleciendo el autoconocimiento y la autenticidad. Además, fomenta el pensamiento crítico, la investigación experimental y nos permite a los padres determinar qué conocimientos son prioritarios para transmitir a cada niño en particular considerando tanto sus intereses y habilidades individuales como los conocimientos fundamentales para el avance de la humanidad.
Objetivos de la educación híbrida y experiencial
Para ello, propongo complementar la educación tradicional con experiencias del mundo real, ya sea viajando en familia o adoptando hábitos viajeros en la crianza de los niños para fomentar la interculturalidad, la apreciación de la naturaleza y la importancia de la diversidad.
Al viajar con los peques, les brindamos la oportunidad única de experimentar el mundo en toda su diversidad y complejidad. Los exponemos a diferentes culturas, formas de vida y pensamientos, lo que les permite comprender que no existe una única manera «correcta» de ser, vivir o pensar. Esto les servirá tanto para aceptar a los demás, como para descubrir que si sienten que no encajan en la sociedad que les tocó nacer, hay comunidades donde su singularidad es valorada y aceptada y que pueden ser auténticos y encontrar felicidad siendo ellos mismos sin limitarse a un lugar específico.
Este descubrimiento es invaluable, ya que les permite a nuestros niños desarrollar una confianza en su propia identidad y un sentido de pertenencia que trasciende las fronteras sociales y culturales.
En mi experiencia personal, viajar me ha cambiado la vida. Si bien mi educación ha sido tradicional y mi Licenciatura obtenida en la Universidad de Palermo me ha aportado invaluables conocimientos. No es necesario asistir a una institución para para obtener una increíble riqueza de conocimientos. Los profesores no requieren un título, hay profesores de la vida. Artistas, Hippies, Mochileros, Sabios, Oradores, Personas….simplemente personas de las que aprender mucho. Como seres humanos, aprender debería ser una de nuestras mayores alegrías en la vida. Y viajar nos ayuda a descubrir innumerable cantidad de aulas, materias y metodologías de aprendizaje experimental.
La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.
Paulo Freire
Este estilo de educación híbrida, combinada, que fusiona la educación tradicional y las experiencias del mundo real entrelazadas con los viajes les brinda la oportunidad de encontrar su lugar en el mundo y comprender que la autenticidad es la clave para una vida plena y significativa.
Impactos socioculturales de la educación híbrida y experiencial
Los viajes tienen el potencial de derribar prejuicios, fomentar la aceptación de la diversidad y contribuir a la reducción de conflictos como guerras, xenofobia, racismo y discriminación.
Aprendizaje experimental
Al interactuar con individuos de distintas culturas y trasfondos durante los viajes, se abre la oportunidad de comprender y valorar sus perspectivas y estilos de vida. Esta experiencia directa desafía los estereotipos al mostrar la diversidad y complejidad de la humanidad.
Fomento de la Empatía y Comprensión
Al presenciar las realidades de vida, desafíos y luchas de personas en distintas partes del mundo, se cultiva un sentido profundo de empatía y comprensión hacia las diferencias. Esto puede contribuir a la reducción de la discriminación y a la promoción de una mayor tolerancia y aceptación.
Educación Intercultural
Los viajes ofrecen la oportunidad de aprender sobre diversas culturas, religiones, idiomas y tradiciones. Esta educación intercultural fomenta el respeto mutuo y la apertura mental, lo que puede contrarrestar los conflictos originados en la ignorancia o falta de comprensión.
Promoción del Diálogo y la Paz
Al interactuar con personas de distintos orígenes y aprender de sus perspectivas y experiencias, se pueden establecer conexiones humanas significativas que fomenten el diálogo y la construcción de puentes entre comunidades. Esta comunicación abierta y positiva es esencial para la resolución pacífica de conflictos y para construir un mundo más inclusivo y tolerante.
Conclusiones de la educación híbrida
Este enfoque sobre el futuro de la educación con un modelo híbrido y experiencial fusiona la educación tradicional con las experiencias del mundo real, particularmente a través de los viajes. Promueve un aprendizaje más dinámico, profundo y significativo. Representa un paso crucial hacia el futuro de la enseñanza, abriendo nuevas posibilidades para el desarrollo emocional, intelectual y personal de nuestros niños.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/05/educacion-hibrida-del-futuro-s.jpg500500Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2024-05-08 11:35:212024-05-08 11:38:03El futuro de la educación: hacia un modelo híbrido y experiencial
La inteligencia a menudo se define por el desempeño en un examen o las calificaciones en la escuela, pero la Teoría de las Inteligencias Múltiples del psicólogo Howard Gardner sugiere que ser inteligente implica mucho más que simplemente ser bueno en alguna materia. Cuando Gardner presentó por primera vez su teoría de las inteligencias múltiples, sacudió al mundo académico. Después de todo, desafió las creencias predominantes sobre la inteligencia y cómo aprendemos mejor.
Quizás haya oído hablar de esta teoría o tal vez sea la primera vez, de cualquier manera, este modelo de inteligencias múltiples podría ser la clave para desbloquear poderes ocultos de tus hijos. Sin duda alguna, la teoría de las «inteligencias múltiples» de Howard Gardner revolucionó el mundo de la educación y de la psicología en las postrimerías del siglo XX, y atrajo a innumerables educadores, padres/madres e investigadores interesados por el papel del individuo en este proceso.
Para daros una mejor idea, aquí os comparto algunas cosas para reflexionar:
¿Por qué algunos estudiantes obtienen mejores resultados en las pruebas escritas, mientras que otros prefieren las evaluaciones prácticas?
Porque hay personas que, a pesar de obtener excelentes calificaciones académicas, presentan problemas importantes para relacionarse con otras personas o para manejar otras facetas de su vida?
La respuesta es simple: Cada individuo posee diferentes inteligencias. Por ejemplo, Gardner y sus colaboradores podrían afirmar que Stephen Hawking no posee una mayor inteligencia que Leo Messi, sino que cada uno de ellos ha desarrollado un tipo de inteligencia diferente.
En este artículo profundizaremos en Gardner y su teoría. Luego exploraremos su modelo dentro de un contexto de capacitación y desarrollo. También aprenderá cómo aplicar la teoría de las inteligencias múltiples para ayudar a potenciar sus iniciativas de aprendizaje.
¿Quién es Howard Gardner?
Howard Gardner es un psicólogo estadounidense, distinguido profesor de Harvard y escritor. Ha escrito cientos de artículos y treinta libros a lo largo de su carrera. Revolucionó los enfoques tradicionales de aprendizaje y desarrollo cuando detalló su teoría de las inteligencias múltiples en su libro de 1983, «Inteligencias múltiples«.
Verás, Gardner tenía una misión. Quería reorientar la forma en que aprendemos. Específicamente, creía que los métodos de instrucción predominantes no lograban maximizar el potencial de los alumnos.
En particular, criticó las evaluaciones estandarizadas que evalúan un tipo de inteligencia a expensas de otros. Este enfoque no tiene en cuenta las fortalezas únicas de los diferentes tipos de estudiantes. Y esto es lo que lo llevó a emprender el viaje para establecer la teoría de las inteligencias múltiples.
Como tal, esto es lo que lo catapultó al estatus de «estrella de rock» en el mundo académico. Su trabajo inspiró a muchos teóricos y educadores a cuestionar cómo definimos el intelecto y cómo debemos abordar los desafíos del aprendizaje.
Ahora que conoce al hombre detrás de la teoría, echemos un vistazo más de cerca a la teoría misma.
¿Qué es la teoría de las inteligencias múltiples (IM) de Gardner?
Probablemente todos estemos familiarizados con el concepto de “CI” o “cociente intelectual”. Aquel que tradicionalmente mide una única forma de inteligencia, basada en la capacidad de razonamiento de una persona. Sin embargo, este es el tipo de enfoque al que la teoría de Gardner se opone firmemente. Después de todo, este tipo de enfoque se basa principalmente en qué tan bien alguien puede usar sus habilidades verbales y lógicas para responder preguntas correctamente.
Por supuesto, hay personas a las que les va muy bien en estas pruebas. Como resultado, acceden a las escuelas más prestigiosas y, a menudo, se unen a las mejores y más grandes organizaciones. ¿Pero qué pasa con todos los demás? ¿Reprobar una prueba estandarizada significa que no eres lo suficientemente inteligente? ¿El éxito en la escuela o en el lugar de trabajo está reservado sólo para quienes obtienen puntuaciones altas?
¡La teoría de las inteligencias múltiples responde a esta pregunta con un rotundo y rotundo “no”!
Propone que existen múltiples tipos de inteligencia, que pueden medirse de diferentes maneras. Comprender esto también ayuda a resaltar las diferentes formas en que los humanos absorben, procesan y aplican el conocimiento. En particular, la primera publicación de la teoría y sus secuelas identificaron ocho inteligencias distintas. Aquí hay una descripción general de cada uno de ellas.
La capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás es transversal a todas las culturas. Desde pequeños aprendemos a usar el idioma materno para podernos comunicar de manera eficaz.
La inteligencia lingüística no solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral, sino a otras formas de comunicarse como la escritura, la gestualidad, etc. Quienes mejor dominan esta capacidad de comunicar tienen una inteligencia lingüística superior. Profesiones en las cuales destaca este tipo de inteligencia podrían ser políticos, escritores, poetas, periodistas, actores…
Lógico/Matemático
Durante décadas, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la inteligencia en bruto. Suponía el axis principal del concepto de inteligencia, y se empleaba como baremo para detectar cuán inteligente era una persona.
Como su propio nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para solucionar este tipo de problemas es el indicador que determina cuánta inteligencia lógico-matemática se tiene.
Los célebres test de cociente intelectual (IQ) se fundamentan en este tipo de inteligencia y, en menor medida, en la inteligencia lingüística. Los científicos, economistas, académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar en esta clase de inteligencia. Asimismo, los ajedrecistas también requieren de capacidad lógica para desarrollar estrategias de juego mejores a las de su oponente, y a su vez anticipar sus movimientos.
Espacial
También conocida como inteligencia visual-espacial, es la habilidad que nos permite observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. En esta inteligencia destacan los ajedrecistas y los profesionales de las artes visuales (pintores, diseñadores, escultores…), así como los taxistas, que deben poseer un exquisito mapa mental de las ciudades por las que transitan.
Las personas que destacan en este tipo de inteligencia suelen tener capacidades que les permiten idear imágenes mentales, dibujar y detectar detalles, además de un sentido personal por la estética. En esta inteligencia encontramos pintores, fotógrafos, diseñadores, publicistas, arquitectos, creativos…
Corporal-Cinestésica
Las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar herramientas o para expresar ciertas emociones representan un aspecto esencial en el desarrollo de todas las culturas de la historia.
La habilidad para usar herramientas es considerada inteligencia corporal cinestésica. Por otra parte, hay un seguido de capacidades más intuitivas como el uso de la inteligencia corporal para expresar sentimientos mediante el cuerpo.
Son especialmente brillantes en este tipo de inteligencia bailarines, actores, deportistas, y hasta cirujanos y creadores plásticos, pues todos ellos tienen que emplear de manera racional sus habilidades físicas.
Musical
La música es un arte universal. Todas las culturas tienen algún tipo de música, más o menos elaborada, lo cual lleva a Gardner y sus colaboradores a entender que existe una inteligencia musical latente en todas las personas.
Algunas zonas del cerebro ejecutan funciones vinculadas con la interpretación y composición de música. Como cualquier otro tipo de inteligencia, puede entrenarse y perfeccionarse.
No hace falta decir que los más aventajados en esta clase de inteligencia son aquellos capaces de tocar instrumentos, leer y componer piezas musicales con facilidad.
Intrapersonal
La inteligencia intrapersonal refiere a aquella inteligencia que nos faculta para comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a la regulación de las emociones y del foco atencional.
Las personas que destacan en la inteligencia intrapersonal son capaces de acceder a sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre estos elementos. Según Gardner, esta inteligencia también permite ahondar en su introspección y entender las razones por las cuales uno es de la manera que es.
Por otro lado, tanto saber distanciarse de la situación para desdramatizar eventos con un impacto emocional negativo como saber identificar los propios sesgos de pensamiento son herramientas muy útiles tanto para mantener un buen nivel de bienestar como para rendir mejor en diferentes aspectos de la vida.
Interpersonal
La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las otras personas más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Más allá de el contínuum Introversión-Extraversión, la inteligencia interpersonal evalúa la capacidad para empatizar con las demás personas.
Es una inteligencia muy valiosa para las personas que trabajan con grupos numerosos. Su habilidad para detectar y entender las circunstancias y problemas de los demás resulta más sencillo si se posee (y se desarrolla) la inteligencia interpersonal. Profesores, psicólogos, terapeutas, abogados y pedagogos son perfiles que suelen puntuar muy alto en este tipo de inteligencia descrita en la Teoría de las Inteligencias Múltiples
Naturalista
Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza.
Esta clase de inteligencia fue añadida posteriormente al estudio original sobre las Inteligencias Múltiples de Gardner, concretamente en el año 1995. Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano (o cualquier otra especie) y que ha redundado en la evolución.
Hay que señalar que aunque para Gardner este tipo de inteligencia se desarrolló para facilitar el uso creativo de los recursos que nos brinda la naturaleza, actualmente su uso no solo se limita a los entornos en los que no hay construcciones humanas, sino que estos últimos también podrían ser «explorados» de la misma forma.
La teoría de Gardner hoy: ampliamente utilizada pero incomprendida
Actualmente, la teoría de las inteligencias múltiples ayuda a los profesores de todo el mundo a transformar su enfoque de aprendizaje. Sin embargo, la teoría también ha estado sujeta a algunos conceptos erróneos.
Con el tiempo, las “inteligencias múltiples” se han relacionado de alguna manera con el concepto de “estilos de aprendizaje”. Este tema controvertido siempre causa revuelo cada vez que se menciona. Sin embargo, el hecho es que no hay evidencia que sugiera que nuestros estilos (o preferencias) de aprendizaje autodefinidos tengan un impacto en los resultados del aprendizaje.
Quizás por eso Gardner se ha apresurado a distanciar su teoría del concepto de estilos de aprendizaje. Se opone a la idea de que adaptar los métodos de instrucción al estilo de aprendizaje de un estudiante conduce a mejores resultados.
Otros también han criticado la teoría de Gardner, sugiriendo que limita a los estudiantes a un tipo particular de inteligencia, en lugar de reconocer nuestra naturaleza multifacética. Sin embargo, Gardner tiene claro que todos poseemos múltiples habilidades en distintos grados.
En definitiva, la teoría de Gardner enfatiza que todas las inteligencias son igualmente valiosas. Diferentes situaciones requieren el uso de diferentes conjuntos de inteligencias. Aquí es donde nos beneficiamos al desarrollar una variedad de habilidades. Como tal, la teoría de las inteligencias múltiples fomenta un enfoque multifacético del aprendizaje.
Limitaciones de la teoría
La teoría de Gardner es atractiva porque valora rasgos que a veces se pasan por alto. Reprobar un examen estandarizado no debería verse como el fin del mundo.
Sin embargo, la teoría no está exenta de detractores. La objeción más común es que adolece de falta de evidencia empírica.
Otros también señalan que el modelo no incluye otros tipos de inteligencia. Por ejemplo, un artículo de McGuiness publicado en 2007 afirma que otros psicólogos anteriores a Gardner ya habían identificado hasta 150 inteligencias.
Los críticos también argumentan que es difícil aislar la inteligencia de la manera que sugiere la teoría de Gardner. Este enfoque entra en conflicto con la opinión generalizada de que nuestras capacidades trabajan juntas para formar una «inteligencia general».
A pesar de todas estas objeciones, la teoría sigue siendo una de las ideas más populares en el aprendizaje y el desarrollo. Puede ayudarnos a reconocer las diferentes fortalezas y debilidades de nuestros hijos y a su vez, beneficiar y transformar su enfoque de educación.
¿Cuál es mi tipo de inteligencia?
Gardner afirma que todas las personas son dueñas de cada una de las clases de inteligencia, aunque cada cual destaca más en unas que en otras, no siendo ninguna de las 8 más importantes o valiosas que las demás. Generalmente, se requiere dominar gran parte de ellas para enfrentarnos a la vida, independientemente de la profesión que se ejerza. A fin de cuentas, la mayoría de trabajos precisan del uso de la mayoría de tipos de inteligencia.
La educación que se enseña en las aulas se empeña en ofrecer contenidos y procedimientos enfocados a evaluar solo dos tipos de inteligencia: lingüística y lógico-matemática. No obstante, esto resulta totalmente insuficiente en el proyecto de educar a los alumnos en plenitud de sus potencialidades. La necesidad de un cambio en el paradigma educativo fue llevado a debate gracias a la Teoría de las Inteligencias Múltiples que propuso Howard Gardner.
Cómo influyen las inteligencias múltiples, según Gardner, en la crianza de mis hijos?
La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner tiene implicaciones significativas para la crianza de nuestros niños, ya que reconoce la diversidad de habilidades y fortalezas en cada individuo.
Algunos beneficios de incluirla en nuestro labor como padres/madres son:
Fomentar el Desarrollo Integral: Al entender que existen diferentes tipos de inteligencia, podemos apoyar el desarrollo integral de nuestros hijos al brindar oportunidades para explorar y cultivar diversas habilidades. Esto implica no solo enfocarse en el rendimiento académico, sino también en áreas como la creatividad, el deporte, la música, las habilidades sociales, entre otras.
Reconocer Fortalezas Individuales: La teoría destaca que cada persona tiene fortalezas en diferentes tipos de inteligencia. Los padres/madres podemos observar y reconocer las fortalezas particulares de nuestros hijos, alentándolos a desarrollar esas habilidades y a sentirse valorados por sus logros únicos.
Adaptar el Estilo de Enseñanza: La diversidad de inteligencias sugiere que no hay un enfoque único de enseñanza que funcione para todos los niños. Los padres/madres debemos adaptar el estilo de enseñanza y apoyo de acuerdo con las preferencias y fortalezas individuales de nuestros hijos, permitiendo un aprendizaje más efectivo y significativo.
Fomentar la Empatía y la Inteligencia Interpersonal: Al reconocer y valorar la inteligencia interpersonal (comprensión de los demás), los padres/madres podemos promover la empatía y las habilidades sociales en nuestros hijos. Esto incluye enseñarles a entender las emociones de los demás, trabajar bien en equipo y construir relaciones saludables.
Estimular la inteligencia: Los padres/madres podemos proporcionar entornos que estimulen la inteligencia destacada a través de actividades prácticas que fomenten la misma.
La teoría enfatiza que todas las inteligencias son igualmente valiosas. Como padres/madres debemos enseñar a nuestros hijos a apreciar y respetar la diversidad de habilidades y talentos en sí mismos y en los demás, fomentando un ambiente de aceptación y valoración mutua.
En resumen, la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner proporciona una perspectiva enriquecedora para nosotros como padres/madres al abordar la crianza desde una comprensión más amplia de las capacidades de nuestros hijos, promoviendo así un desarrollo integral y equilibrado.
https://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2023/12/inteligencias-multiples-crianza-scaled.jpeg18102560Sabrina Presmanhttp://elmundocomoescuela.com/wp-content/uploads/2024/04/el-mundo-como-escuela.pngSabrina Presman2023-12-18 13:23:412023-12-18 13:36:15La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner
Las vías de los ferrocarriles de Europa y Norteamérica miden 1435mm de ancho. Desde el año 1820 tienen esa medida estándar. En dos siglos no han cambiado.
Pero…la medida estándar ¿es realmente la mejor opción? ¿Puede ser que los trenes modernos de alta velocidad, que circulan a más de 200 km/h se beneficien con una trocha más ancha?
Uno podría pensar que la razón por la que nunca se han cambiado es que durante los últimos doscientos años no se contó con el suficiente dinero como para cambiar miles de kilómetros de vías.
Desde la teoría del mundo de la economía, no es esa la respuesta correcta. La respuesta es que el pasado pesa. No es fácil cambiar. El camino recorrido genera dependencia.
También en nuestra profesión, vida personal, sistemas de creencias y crianza.
¿Estamos atentos a este modelo mental que puede tranquilizarnos, pero que nos aparta de un posible cambio muy necesario?
A la hora de tomar decisiones respeto a la crianza de nuestros hijos, nos basamos en nuestra experiencia propia que en muchas ocasiones se basa patrones que arrastramos sin habérnoslo siquiera cuestionado. Esa zona de confort hay que superarla, tanto para nuestro beneficio como para el suyo.
Depender del camino: ¿hábito o elección?
Se define la dependencia del camino, como la persistencia en el uso de un producto o práctica, basándose exclusivamente en su uso histórico, aunque nuevos productos o prácticas sean alternativas más eficientes.
Esta dependencia ocurre, en general, porque resulta la opción más fácil o la menos costosa frente a una opción innovadora.
El pasado condiciona y limita: decisiones tomadas bajo otras circunstancias hoy pueden ser muy negativas. Este sesgo ha sido estudiado tanto por la economía, como por la psicología y las ciencias sociales.
Lo que hemos hecho en el pasado condiciona nuestro presente. Pero como vivamos el presente determina nuestro futuro.
Revisar y romper el molde cuando es necesario.
Tanto la lenta transición de los combustibles fósiles a la electricidad, como la rapidísima adaptación al trabajo a distancia durante la pandemia, nos ilustran sobre cómo proceden los cambios: el pasado puede demorarlos y el presente, acelerarlos.
En la vida diaria, tomamos la mayoría de nuestras decisiones sin una clara consciencia del pasado: seguimos nuestro camino habitual o innovamos según nuestro instinto o parecer.
Existen varios tipos de dependencia y algunas pueden no ser negativas, como la dependencia de la naturaleza para la provisión de alimentos o luz solar, o la dependencia de un tercero cuando necesitamos ayuda en una tarea específica o un problema.
Frente a lo nuevo, debemos verificar conscientemente nuestra decisión y revisar pragmáticamente que sea apropiada al momento y que no esté cediendo a un sesgo de dependencia del camino habitual.
El pasado nunca debe dictar y obligarnos a coger un camino. El pasado no siempre es una buena referencia. Incluso puede ser que la vida que llevamos actualmente no nos acerque al futuro que buscamos.
Muchos padres tienden a criar a sus hijos de la misma manera en la que ellos mismos fueron criados, siguiendo las prácticas y creencias que aprendieron de sus propios padres. Esta dependencia del camino en la crianza puede ser tanto positiva como negativa, dependiendo de las circunstancias y de si las prácticas pasadas siguen siendo relevantes y efectivas en el presente. Sin embargo, la dependencia del camino también puede llevar a la perpetuación de prácticas obsoletas o dañinas.
Pensamiento basado en cero
El modelo de «pensamiento basado en cero» ayuda a romper la dependencia del camino.
Cuando aplicamos este modelo, la pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿Si pudiera volver atrás sabiendo lo que sé hoy, tomaría la misma decisión?
Este proceso nos permite ver todo con nuevos ojos y tomar mejor decisiones para el futuro, rompiendo así con la dependencia del camino que tenemos.
Romper la dependencia del camino en la crianza implica estar abierto a la exploración de nuevas estrategias, estar dispuesto a aprender de la experiencias de otros y adaptarse a las necesidades individuales de cada hijo. Esto no significa descartar automáticamente todo lo que se ha hecho en el pasado, sino más bien tener la flexibilidad y la disposición de ajustar y modificar los enfoques según sea necesario.
En última instancia, debemos esforzarnos por ser conscientes, reflexivos y adaptables en nuestra forma de criar a nuestros hijos, buscando siempre el equilibrio entre aprovechar la sabiduría del pasado y abrazar las nuevas ideas y enfoques que puedan ser más beneficiosos para el bienestar y el futuro de los niños.