La importancia de vivir el presente

disfruta el presente

Hoy quiero invitarte a un viaje que no requiere moverte de donde estás ni pasar por controles de seguridad. Es un viaje al momento presente, ese espacio sagrado donde se encuentra la verdadera esencia de la vida. En este viaje descubrirás la importancia que tiene vivir el presente para disfrutar tu vida personal y aprovechar el tiempo junto a tus hijos.

Séneca me hizo reflexionar con su cuando escribió: «Es probable que algunos problemas nos sucedan; pero no es un hecho presente. ¿Cuántas veces ha sucedido lo inesperado? ¿Cuántas veces lo esperado nunca ha sucedido? Y aunque esté destinado a ser, ¿De qué sirve salir al encuentro de tu sufrimiento? Sufrirás lo suficiente cuando llegue.»

Puede que mañana llueva, pero eso no significa que tengas que mojarte por adelantado. Puedes disfrutar del sol hoy, mientras entras la ropa tendida por si acaso. 

Nuestra mente gasta alrededor del 70% de su tiempo reproduciendo memorias y creando escenarios de “momentos”. Nuestra mente dualista nos empuja constantemente hacia el pasado o hacia el futuro, y en este vaivén, a menudo dejamos de prestar atención a lo que está sucediendo en este preciso instante, el único lugar donde realmente vivimos.

Cuando nos abrimos al momento presente, superamos esos límites mentales. Es como si levantáramos un velo que nos había estado cegando y descubriéramos un mundo lleno de maravillas que siempre ha estado ahí, esperando ser descubierto.

Pero, ¿Cómo lograr esto en medio del ruido y la distracción constante? 

Vivir el presente sin condiciones

Has dicho alguna vez: “seré feliz cuando me jubile”, “será todo mejor cuando mi hijo deje los pañales” o “cuando mis hijos sean independientes seré más feliz”. Muchas personas ponen condiciones a su felicidad. Esto es un gran error.

Nunca debemos pensar en la felicidad como una meta, cuando puede perfectamente estar en todo el camino. El secreto de la felicidad consiste en abrir los ojos a todas esas cosas que suceden en nuestro presente, en el ahora

¿Crees que nunca pasa nada bueno o interesante? No es que nunca pase nada, es que no pones foco ni atención a lo maravilloso del presente. ¿Conoces la teoría del coche rojo? te invito a descubrirla como estrategia para aprovechar las oportunidades del presente.

Tres reflexiones para disfrutar y vivir el presente en familia

MEMENTO MORI: RECUERDA QUE VAS A MORIR

Todos somos conscientes de que no vamos a vivir para siempre, pero en la sociedad en la que vivimos es todavía difícil hablar de la propia muerte.

Nos cuesta comprender que dejaremos de existir algún día, y que mientras tanto, todo seguirá su curso como lo hacía antes de que naciéramos.

Lo mismo sucede con nuestros hijos. Un día crecerán. No serán pequeños para siempre. Ya no buscarán nuestros abrazos ni consuelo. No pedirán su beso de buenas noches o un libro más antes de dormir. Un día irán solos al colegio y no nos llevarán cogidos a su mano. 

Cada minuto “muerto” no es solo un minuto que no vas a volver a recuperar, además te está acercando más a tu propia muerte. Cada vez que el reloj da la hora nos recuerda que estamos más cerca del último minuto de algo.

El momento más valioso que tenemos es ahora, el presente. Es lo único que tienes, no lo desperdicies.

HAZLO AHORA

    Nos quejamos de que nuestros días son pocos, pero actuamos como si fueran infinitos. Dijo Séneca.

    En muchas ocasiones es la pereza la que nos gana la batalla postergando indefinidamente las tareas. Siempre habrá una buena excusa para no hacer lo que debemos hacer. “Es muy difícil”, “No tengo ganas”, “Es demasiado tiempo”.

    Séneca era bastante claro en este aspecto, esperar solo puede aumentar la posibilidad de que no haya un mañana en el que posponer las tareas.

    Escribió en De la brevedad de la vida:

    ¿Qué va a pasar? Tú no tienes tiempo para nada y la vida corre, entretanto llega la muerte y para ella, quieras o no quieras, vas a tener todo el tiempo del mundo.

    Lo que tengas que hacer, hazlo ahora.

    Reflexionemos con este video de Sanctuary “Si volviera a ser una mujer joven…pasaría más tiempo siendo, no haciendo” 

    INVERSIÓN EN VIDA

      Henry David Thoreau dijo “El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que ofreces a cambio”.

      Cuando dedicamos nuestra atención y esfuerzos a algo, estamos ofreciendo una parte de nuestra vida a cambio. Este «precio» es el tiempo que podríamos haber utilizado de otra manera.

      Así, si constantemente postergamos las cosas o nos preocupamos por el futuro, estamos pagando con nuestro presente, perdiendo la oportunidad de vivir y disfrutar el ahora. Cada elección y acción requiere una inversión de nuestra vida, y vivir el momento presente nos ayuda a hacer que esa inversión sea significativa y gratificante.

      3 ejercicios para vivir el presente

      RESPIRACIÓN

      Un método sencillo y poderoso es centrarnos en la respiración. Este acto tan básico y esencial, ocurre en el presente. Observarla, sentirla, seguirla, nos ancla al ahora y nos conecta con la esencia de la vida.

      Durante los próximos días, dedica unos minutos cada día a sentarte en un lugar tranquilo. Cierra los ojos y simplemente observa tu respiración. Siente cómo entra y sale el aire, cómo tu pecho se eleva y desciende. Si te encuentras divagando, simplemente regresa con amabilidad y con firmeza a tu respiración. Es un pequeño ejercicio que puede tener un profundo impacto en tu vida.

      OPTIMIZAR EL TIEMPO

      No importa por dónde lo mires, un día tiene 24 horas y no se puede alargar más. El tiempo es un recurso finito y solo depende de ti que aprendas a aprovecharlo al máximo. Administrar nuestras horas con sabiduría nos permite crear riqueza, crear relaciones saludables, adquirir nuevos talentos y habilidades, expandir nuestro conocimiento… Por el contrario, el despilfarro del mismo se convierte en un obstáculo insuperable entre nosotros y nuestro deseo de cumplir nuestras metas.

      VIAJAR

      Cuando nos encontramos en un entorno nuevo y emocionante, nuestro enfoque tiende a estar más dirigido al presente. La sensación de estar inmersos en un lugar desconocido nos impulsa a estar atentos a cada detalle, saborear la comida, maravillarnos con los paisajes, escuchar nuevos sonidos y conectarnos de manera más profunda con las personas que nos cruzamos. Viajando nos alejamos de nuestra rutina habitual y podemos apreciar las maravillas del presente de una manera única y enriquecedora.

      También, saber que un viaje se termina, nos obliga a comprender lo efímero que es el tiempo. 

      Mindfulness en la Infancia. De niños conscientes a adultos resilientes.

      En este mundo en que vivimos, al igual que los adultos, los niños se distraen fácilmente y, con frecuencia, no son conscientes de sus circunstancias. Sin embargo, hay muchas maneras de enseñarles a ser más conscientes a través de ejercicios y juegos, que se ajusten a la edad y sus necesidades, desde niños en edad preescolar hasta adolescentes. También hay numerosas meditaciones guiadas, ejercicios de atención y libros de mindfulness infantil. Os invito a investigar la técnica que mejor se adecue a sus circunstancias. En mi libro El mundo como escuela. Hábitos viajeros para criar niños felices comparto mis elegidas en donde involucro, claramente, los viajes y la naturaleza como aliados.

      Recuerda, en algún lugar del mundo alguien está luchando por conseguir lo que tú tienes. Agradece disfrutándolo que te ha dado la vida hoy. Abre tu corazón a todas esas bendiciones y deja que la felicidad fluya en tu vida, simplemente por que puedes ver, sonreír, tocar, simplemente porque estás vivo y entonces, realmente será el mejor día de tu vida.

      La vida está llena de maravillas esperando ser descubiertas. A veces, todo lo que necesitamos hacer es detenernos, respirar y abrir los ojos al presente.

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